Negocios familiares y capital social en contextos de pobreza en Ecuador: un enfoque de género

Abstract

Esta tesis doctoral profundiza en el estudio del fenómeno emprendedor en condiciones de pobreza, centrándose en dos aspectos clave en este contexto: el uso de los vínculos sociales por parte de las personas emprendedoras para el desarrollo de sus negocios y la manifestación de la riqueza socioemocional en estas empresas, predominantemente familiares. Más específicamente, el trabajo adopta una perspectiva de género para examinar cómo los hombres y mujeres propietarios de empresas familiares que operan en condiciones de pobreza utilizan distintos tipos de capital social y qué impacto tiene esta utilización en los resultados alcanzados, medidos en términos de generación de empleo. Asimismo, desde esta misma perspectiva, se analiza cómo se manifiesta la riqueza socioemocional en este contexto particular y en qué aspectos difiere de las formas descritas en investigaciones previas. Para abordar estos objetivos, se empleó un enfoque cualitativo, basado en entrevistas realizadas a 30 personas emprendedoras que iniciaron sus negocios en barrios pobres de la ciudad de Guayaquil y sus alrededores, en Ecuador. Los datos fueron sometidos a un análisis de contenido y a un análisis cualitativo comparativo de conjuntos difusos. En lo que respecta al capital social, los resultados indican que las mujeres utilizan tanto el capital social de unión como el capital social puente para impulsar el crecimiento de sus negocios, mientras que los hombres dependen predominantemente del capital social de unión. Además, la estructura del hogar de las mujeres emprendedoras, en particular la presencia o ausencia de pareja, influye en el tipo de capital social que desarrollan y en los resultados que logran. En términos de riqueza socioemocional, los hallazgos revelan que tanto hombres como mujeres muestran un fuerte apego emocional hacia los miembros familiares que participan en la empresa, lo que favorece la creación de vínculos sólidos. Sin embargo, se identifican diferencias de género en lo que respecta a la sucesión empresarial. Mientras que los hombres tienden a priorizar a sus hijos e hijas jóvenes como sucesores, las mujeres no siguen este patrón. Esto se debe a que las mujeres suelen mantener un control individual más estricto de la empresa, mientras que los hombres tienden a delegar más responsabilidades en los miembros de su familia. Además, la estructura familiar influye en el grado de riqueza socioemocional con el que ambos sexos gestionan sus negocios: los hombres reciben un amplio apoyo familiar, mientras que las mujeres, debido a estructuras familiares más inestables y a una mayor carga de responsabilidades como cabezas de familia, enfrentan un menor respaldo en la gestión de sus empresas. En conclusión, este estudio contribuye al conocimiento sobre el funcionamiento de los emprendimientos que surgen en contextos de pobreza, explicando cómo el comportamiento relacional y la gestión de la riqueza socioemocional de las personas emprendedoras están condicionados tanto por su género como por su contexto. Estas conclusiones contrastan con las de investigaciones previas centradas en países desarrollados. Se sugiere que las diferencias de género en el uso del capital social y en la manifestación de la riqueza socioemocional pueden explicarse, al menos en parte, por el estrato social y la estructura del hogar en los que se desempeñan las personas emprendedoras, ya que estos factores configuran sus oportunidades de agencia, más que por la mera reproducción de roles de género y patrones de comportamiento tradicionales.