A vueltas con el Estado en el análisis de las relaciones internacionales
Metadata
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Marrero Rocha, Inmaculada C.Editorial
Thomson Reuters Aranzadi
Date
2022Referencia bibliográfica
Luis Pérez-Prat Durbán y José Manuel Cortés Martín (coords.): Un mundo en continua mutación: desafíos desde el Derecho Internacional y el Derecho de la UE. Liber amicorum Lucía Millán Moro, Cizur Menor (Navarra), Thomson Reuters Aranzadi, 2022, 950 págs.
Abstract
Me gustaría argumentar en las siguientes páginas por qué el Estado sigue siendo el eje central del estudio y la comprensión de las relaciones internacionales. Es evidente que la extensión de este capítulo no permite afrontar un examen con la profundidad y amplitud que esta cuestión merece, por lo que me ceñiré a tratar sólo tres perspectivas del análisis de las relaciones internacionales que tienen su fundamento último en el actor estatal, independientemente de que, desde otras aproximaciones, los estudiosos de la disciplina avalen al Estado como el actor más relevante de las relaciones internacionales o defiendan que ha sufrido una pérdida de influencia importante en el medio internacional.
La primera de esas perspectivas de análisis es la relativa al Estado como el modelo de organización socio-política más extendido y capacitado, hasta la fecha, para gestionar la vida de los individuos en todas sus dimensiones, más allá de garantizarle la mera supervivencia. Desde el nacimiento de las Relaciones Internacionales como disciplina científica –a la que nos referiremos usando mayúsculas y distinguiéndola así de las relaciones internacionales materiales, en minúsculas–, la distribución del territorio y la población en realidades estatales era un hecho más que generalizado . A partir de ahí, el análisis de las relaciones internacionales ha tenido siempre un marcado carácter estatocéntrico, no sólo para reivindicar la centralidad del actor estatal, también, cuando se cuestionan sus cualidades y éxito como modelo de gestión de la vida humana, o se valora la posible existencia de otros modelos alternativos de organización social .
Desde una segunda perspectiva, se examinará al Estado como parámetro para analizar y evaluar las características que manifiestan otros sujetos internacionales –en el sentido amplio y no jurídico de la palabra sujeto–, que aspiran a convertirse, o que ya se han consolidado como actores internacionales. Es cierto que las relaciones internacionales actuales parecen tener que afrontar una serie de retos globales que afectan a todos los individuos y llegan a todos los rincones del planeta, aunque sea de manera distinta, y, por tanto, necesitan de grandes decisiones y compromisos de los que podrían surgir mecanismos de gobernanza más eficientes, basados en menor medida en la concertación interestatal y más en la participación de actores de iniciativa privada. Sin embargo, veremos que resulta contradictorio observar cómo, para superar muchos de esos retos, se reivindica la figura del Estado fuerte y soberano, mientras que para afrontar otros problemas globales el Estado parece convertirse en un escollo para los proyectos de gobernanza de otros actores internacionales que pretenden poseer una fórmula más eficaz, equitativa y representativa de gestionar la vida internacional .
La tercera y última perspectiva de análisis que se incluirá en estas páginas es la relativa a la relación del desarrollo científico de la disciplina y su interés por los fundamentos del comportamiento estatal en el sistema internacional y el lugar que éste ocupa en los procesos internacionales. La coexistencia de distintas interpretaciones que se refieren al comportamiento del Estado ha conferido a la disciplina una identidad caracterizada por la multiplicidad de aproximaciones teóricas, que parecen tener al actor estatal como centro de sus análisis, tanto para reivindicarlo como para negarlo.
No está en el ánimo de este breve trabajo ni defender el predominio estatal en las relaciones internacionales ni las cualidades del Estado como actor, tampoco el posicionamiento con algunas de las aproximaciones teóricas que explican tanto el supuesto mantenimiento como disminución de su actividad e influencia en el sistema internacional. Simplemente pretende identificar al menos tres perspectivas desde las que para la disciplina de las Relaciones Internacionales el análisis del actor estatal sigue siendo transcendental en el avance del conocimiento de los procesos internacionales.