Avances y desafíos en la eliminación de la hepatitis c: estrategias innovadoras para combatir una enfermedad global
Metadata
Show full item recordAuthor
Fuentes López, AnaEditorial
Universidad de Granada
Director
García García, FedericoDepartamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en BiomedicinaDate
2023Fecha lectura
2023-07-24Referencia bibliográfica
Fuentes López, Ana. Avances y desafíos en la eliminación de la hepatitis c: estrategias innovadoras para combatir una enfermedad global. Granada: Universidad de Granada, 2023. [https://hdl.handle.net/10481/84667]
Sponsorship
Tesis Univ. Granada.Abstract
La hepatitis C es una enfermedad viral crónica que afecta al hígado y representa
un importante problema de salud a nivel global. Se estima que alrededor de 71 millones
de personas están infectadas con el virus de la hepatitis C (VHC) en todo el mundo (1).
La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas durante años o décadas,
lo que dificulta su detección e inicio temprano del tratamiento. Esta infección se
caracteriza por la acumulación progresiva de fibrosis hepática, y a medida que la
enfermedad progresa, si esta no resuelve espontáneamente o no se trata, puede causar
complicaciones graves como cirrosis hepática, insuficiencia hepática y
hepatocarcinoma.
Sin embargo, en los últimos años se han logrado avances significativos en el
tratamiento y en la eliminación del VHC debido a la aparición de los tratamientos
antivirales de acción directa (AAD) los cuales han demostrado una alta tasa de curación,
cercana al 95%. Estos tratamientos son efectivos en la curación del virus, lo que, además,
puede prevenir las complicaciones asociadas con la hepatitis C, y es factible hablar de
eliminación del VHC. Pese a la alta eficacia de los AADs, se estima que un 80% de la
infección por VHC a nivel mundial continua sin ser diagnosticada, por lo que se requiere
de la implementación y optimización de programas de diagnóstico activos que permitan
identificar aquellas personas infectadas por el VHC.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en sintonía con otras instituciones
sanitarias y gobiernos, estableció en el año 2016 una estrategia global en el sector
sanitario en hepatitis virales, con el objetivo de conseguir su eliminación para el año
2030. Diferentes países miembros de la Organización Mundial de la Salud están
trabajando en estrategias de control de la hepatitis para lograr la eliminación de la
hepatitis. Hasta el momento, solo 12 países están en camino de alcanzar los objetivos
de eliminación de la hepatitis (2). En el caso particular de España cuenta con el Plan
Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C (PEAHC), en el que se ha establecido
diferentes líneas de actuación (vigilancia epidemiológica, prevención, detección,
tratamiento e investigación) contra la hepatitis C. Desde la puesta en marcha del Plan
Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, en España se han tratado más de 161.000
pacientes con unas tasas de curación en torno al 95%, lo que muestra el esfuerzo
realizado para transformar la vida de estos pacientes y situar al país como una referencia
en este campo. A pesar de los esfuerzos realizados, todavía existen más de 76.500
personas con el VHC entre la población general, de las que 22.500 tienen la infección
activa por VHC y no han sido diagnosticadas. Para ello, es fundamental aprovechar todas
las oportunidades para diagnosticar a los pacientes poniendo el foco en aquellas
iniciativas encaminadas a mejorar su prevención, detección temprana, tratamiento y
manejo integral.
En términos de estrategias de eliminación del VHC, se han propuesto y están
siendo implementadas diversas medidas entre las que se incluyen mejorar el acceso a
la detección, es fundamental el diagnóstico y aumentar la disponibilidad y el acceso a
las pruebas de detección del VHC; lo que implica la implementación de programas de
cribado, así como la integración de las pruebas del VHC en los servicios de atención
médica rutinaria. Es importante identificar a las personas infectadas en estadios
tempranos de la enfermedad, ya que permite iniciar tratamiento lo antes posible y
prevenir complicaciones asociadas a la progresión de la enfermedad, así como la
transmisión y contagio a otras personas. Se debe garantizar el acceso equitativo a los
tratamientos antivirales a toda persona infectada por el VHC, independientemente de
su situación socioeconómica o ubicación geográfica. Entre las estrategias de eliminación
del VHC también se incluye la reducción de la transmisión, implementando estrategias
de prevención, especialmente en los grupos poblacionales de alto riesgo, como
programas de reducción de daño, acceso a terapias sustitutivas con opioides y
promoción del uso de prácticas sexuales seguras.
Finalmente, es fundamental concienciar y educar a la población y a los
profesionales sanitarios sobre VHC, riesgos, métodos de prevención y opciones de
tratamiento disponibles. La concienciación pública puede ayudar a reducir el estigma
asociado con la enfermedad y fomentar la búsqueda de pruebas y tratamiento.
La implementación de estas estrategias de eliminación del VHC tiene como
objetivo reducir la carga de la enfermedad, prevenir las complicaciones hepáticas y
mejorar la salud de las personas afectadas. La colaboración entre los gobiernos, las
organizaciones internacionales de salud y la sociedad civil es esencial para lograr la
eliminación del VHC como un problema de salud pública. Hepatitis C is a chronic viral disease that affects the liver and represents a major
global health problem. It is estimated that around 71 million people are infected with
hepatitis C virus (HCV) worldwide (WHO) (1). Most infected people have no symptoms
for years or decades, making it difficult to detect and initiate early treatment. This
infection is characterised by the progressive accumulation of liver fibrosis, and as the
disease progresses, if it does not resolve spontaneously or is left untreated, it can lead
to serious complications such as liver cirrhosis, liver failure and liver cancer.
However, in recent years, significant advances have been made in the treatment
and elimination of HCV due to the advent of direct-acting antiviral (DAA) treatments
which have demonstrated a high cure rate of close to 95%. These treatments are
effective in curing the virus, which can also prevent the complications associated with
hepatitis C, and HCV elimination is feasible. Despite the high efficacy of DAAs, an
estimated 80% of HCV infection worldwide remains undiagnosed, requiring the
implementation and optimisation of active diagnostic programmes to identify those
infected with HCV.
In 2016, the World Health Organization (WHO), together with other health
institutions and governments, established a global health sector strategy on viral
hepatitis, with the goal of elimination by 2030. Different member countries of the World
Health Organization are working on hepatitis control strategies to achieve hepatitis
elimination. So far, only 12 countries are on track to achieve hepatitis elimination targets
(2). In the particular case of Spain, it has the National Strategic Plan against hepatitis C
(PEAHC), in which different lines of action (epidemiological surveillance, prevention,
detection, treatment and research) against hepatitis C have been established. Since the
launch of the Strategic Plan for Tackling Hepatitis C, more than 161,000 patients have
been treated in Spain with cure rates of around 95%, which shows the effort made to
transform the lives of these patients and to position the country as a benchmark in this
field. Despite efforts, there are still more than 76,500 people with HCV in the general
population, 22,500 of whom have active HCV infection and have not been diagnosed To this end, it is critical to seize every opportunity to diagnose patients by focusing on
initiatives to improve prevention, early detection, treatment and comprehensive
management.
In terms of HCV elimination strategies, a number of measures have been
proposed and are being implemented, including improving access to screening,
diagnosis, and increasing the availability and accessibility of HCV testing; this involves
implementing screening programmes, as well as integrating HCV testing into routine
health care services. It is important to identify those infected at an early stage of the
disease, as this allows for early treatment and prevents complications associated with
disease progression, transmission and transmission to others. Equitable access to
antiviral treatment should be ensured for all HCV-infected people, regardless of
socioeconomic status or geographic location. HCV elimination strategies also include
reducing transmission by implementing prevention strategies, especially in high-risk
populations, such as harm reduction programmes, access to opioid substitution therapy,
and promotion of safer sex.
Finally, it is essential to raise awareness and educate the public and healthcare
professionals about HCV, risks, prevention methods and available treatment options.
Public awareness can help reduce the stigma associated with the disease and encourage
people to seek testing and treatment.
Implementation of these HCV elimination strategies aims to reduce the burden
of disease, prevent liver complications and improve the health of affected individuals.
Collaboration between governments, international health organisations and civil society
is essential to achieve HCV elimination as a public health problem.