Estructura de cuencas intramontañosas del sur de Ecuador en relación con la tectónica de la Cordillera de los Andes a partir de datos geofísicos y geológicos
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Tamay Granda, José VidalEditorial
Universidad de Granada
Director
Galindo Zaldívar, JesúsDepartamento
Universidad de Granada.Materia
Ciencias de la tierra Montañas Andes Ecuador
Materia UDC
55 (23.0) (238.1) 2500
Date
2018Fecha lectura
2018-05-24Referencia bibliográfica
Tamay Granda, José Vidal. Estructura de cuencas intramontañosas del sur de Ecuador en relación con la tectónica de la Cordillera de los Andes a partir de datos geofísicos y geológicos. Granada: Universidad de Granada, 2018. [http://hdl.handle.net/10481/51634]
Patrocinador
Tesis Univ. Granada.; Programa Oficial de Doctorado en Ciencias de la TierraRésumé
La subducción de la placa de Nazca bajo el margen de la placa Sudamericana
formó la cadena montañosa de los Andes ecuatorianos. El estudio del margen
continental y las cuencas sedimentarias intramontañosas del Sur de Ecuador,
aporta nuevos datos para comprender la evolución tectónica de la Cordillera de
los Andes y los riesgos geológicos.
El análisis combinado de los datos de anomalías gravimétricas y magnéticas de
satélite, datos de gravedad obtenidos en medidas de campo, sísmicidad y
observaciones geológicas permite definir la estructura profunda del margen
continental de Sudamérica y la Cordillera de los Andes en Ecuador. Las
anomalías de Bouguer obtenidas de los datos de satélite tienen forma alargada,
son arqueadas y paralelas al margen continental. Los mínimos gravimétricos se
relacionan con la Cordillera de los Andes, mientras que los máximos relativos
paralelos y ubicados hacia el oeste corresponden a la Cordillera Costanera y la
Cordillera Talara-Tumbes. Las anomalías positivas suaves e irregulares se
extienden hacia la cuenca Oriente. La placa oceánica de Nazca tiene anomalías
positivas en dirección ENE a OSO, que resaltan la Cordillera Carnegie, rodeada
de máximos más prominentes que corresponden a corteza oceánica. Los nuevos
datos de campo obtenidos en los perfiles 1°S y 4°S de latitud, muestran valores
de la anomalía de Bouguer entre -273 y + 75 mGal. Los modelos gravimétricos
corticales sugieren que la corteza continental en la Cordillera de los Andes tiene
un espesor de 70 km, mientras que en la región de la Costa y la cuenca Oriente el
espesor es de 20 a 40 km. Las principales cuencas sedimentarias y los cuerpos
intrusivos determinan mínimos de las anomalías de Bouguer. En el perfil 1°S de
latitud, la corteza oceánica tiene 8 km de espesor y se extiende bajo el continente
hasta una profundidad de 200 km al este de la fosa de subducción, con una
inclinación de 30º E. El patrón de anomalías magnéticas E-O cambia bruscamente
en el borde oriental de los Andes, y coincide con el límite de la sismicidad
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asociada a la subducción. Hacia el este, las anomalías NO-SE en la cuenca Oriente
están asociadas con el cratón Sudamericano.
La deformación tectónica continua activa y está determinada por los vectores de
desplazamiento de 135 estaciones GPS que forman parte de la red RENAGE y
REGME del IGM que abarcan todo el territorio de Ecuador (1995.4-2011.0). Las
deformaciones activas producen un desplazamiento en dirección E a NE respecto
a la placa estable de Sudamérica y afectan principalmente la zona central y norte
del margen continental. Están asociados a la subducción y a empujes de
vergencia hacia al Este. A partir de la zona de subducción, la tectónica
extensional comienza en el Golfo de Guayaquil a lo largo del Bloque Norandino.
Está relacionada con la falla dextral Puná-Pallatanga que atraviesa la Cordillera
Occidental. Al norte, la Cordillera Real está caracterizada por altos relieves y
acortamientos en dirección ENE-OSO. Hacia el sur la deflexión de Huancabamba
presenta relieves bajos e irregulares con un patrón de deformación de
desplazamientos hacia el sureste, por la presencia del cratón Sudamericano más
resistente. El Bloque Norandino sufrió deformaciones internas en la cuenca
Manabí, una cuenca extensional de ante arco ubicada entre la Cordillera
Costanera y la Cordillera Occidental de los Andes.
Las cuencas sedimentarias sinorogénicas intramontañosas del sur de Ecuador de
Loja, Malacatos-Vilcabamba y Catamayo, rellenas durante el Mioceno-
Cuaternario, permiten determinar la evolución tectónica reciente. La geometría
del relleno sedimentario se establece mediante gravimetría. Las nuevas medidas
de gravedad en las cuencas sedimentarias indican anomalías de Bouguer
negativas que alcanzan hasta -292 mGal relacionadas con las zonas de mayor
espesor del relleno sedimentario y de corteza continental. La cuenca de Loja es
asimétrica con un espesor del relleno sedimentario que alcanza 1200 m en la parte
oriental, en las zonas de mayor deformación compresiva. Las estructuras
tectónicas incluyen pliegues orientados N-S, NO-SE y NE-SO y fallas inversas
con vergencia hacia al Este. En la cuenca Malacatos-Vilcabamba, su relleno
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sedimentario tiene aproximadamente 1100 m de espesor, con algunos pliegues
orientados N-S. Sin embargo, las cuencas de Catamayo y Malacatos-Vilcabamba
están esencialmente limitadas por fallas normales orientadas en dirección N-S a
NO-SE, que producen una fuerte asimetría en la cuenca Catamayo. Estas
estructuras muestran una etapa inicial de compresión E-O a partir del Mioceno
medio-tardío que desarrolló pliegues orientados NNE-SSO, fallas inversas y
elevación del relieve y producen la elevación a gran altitud de la Cuenca de Loja.
Como consecuencia del engrosamiento de la corteza, el posterior
desmantelamiento de la parte superior de la Cordillera de los Andes favorece los
eventos extensionales y el desarrollo de fallas normales que afectan
principalmente a las cuencas de Catamayo y Malacatos-Vilcabamba.
El desarrollo de los Andes ecuatorianos es el resultado de la subducción a lo largo
del margen continental sudamericano influenciado por el acoplamiento de la
Cordillera Carnegie y los elementos resistentes heredados del cratón
Sudamericano. El levantamiento reciente del relieve resulta de la interacción de
deformaciones extensivas y compresivas que formaron las cuencas sedimentarias
durante le Neógeno-Cuaternario. Las zonas de mayor riesgo sísmico en Ecuador
se localizan en las regiones con mayores deformaciones tectónicas: la zona de
subducción cercana a la zona costanera, la falla transcurrente de Pallatanga y las
fallas de borde que se extienden al Este de la Cordillera Real. The Ecuadorian Andes were formed by Nazca Plate subduction below the Pacific
margin of the South American Plate. The study of Ecuadorian continental margin
and the south Ecuador intramontane sedimentary basins, provides new data to
understand the Andes Cordillera tectonic evolution and the geological hazards.
Combined analysis of satellite gravity and magnetic anomalies with the gravity
field data obtained in land surveys, integrated as well as with seismicity and
geological data, constrained the deep structure of the South America continental
margin and Andes Cordillera in Ecuador. Satellite Bouguer anomalies are
elongated, arched and parallel to the continental margin. The lows are related to
the Andes Cordillera, while relative westward parallel highs correspond to the
Cordillera Costanera and the Talara-Tumbes Cordilleras. Smooth and irregular
positive anomalies characterize Oriente Basin. The oceanic Nazca Plate shows
positive ENE-WSW anomalies highlighting the Carnegie Ridge, surrounded by
more prominent highs corresponding to standard oceanic lithosphere. New E-W
gravity anomaly profiles at 1° S and 4° S show Bouguer anomalies comprised
between -273 and +75 mGal. Gravity crustal models suggest that the continental
crust in the Andean Cordillera is up to 70 km thick, while thickness decreases up
to 20 to 40 km in the Coastal region and Oriente Basin. Main sedimentary basins
and intrusive bodies are related to the local low Bouguer anomalies. The oceanic
crust, 8 km thick, subduct beneath the continent to a depth of 200 km, with the
highest 30º eastwards dip of the slab modelled at Profile 1ºS. Satellite magnetic
data reveal that E-W anomalies related to the oceanic subducting slab below the
South American margin reach the Andes Cordillera. The Carnegie Ridge is
characterized by a roughly ENE-WSW minimum, corresponding to highly
magnetized rocks located along the 1º S profile. The E-W magnetic anomaly
pattern changes sharply at the eastern edge of the subduction also in agreement
with the end of the related deep seismicity; further eastward the NW-SE
anomalies are associated with the South American craton in Oriente Basin.
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Active tectonic-related deformation are constrained by the analysis of
displacement vectors of the RENAGE and REGME 135 GPS stations deployed by
the IGM in Ecuador (1995.4-2011.0). The main active deformations affects the
central and northern continental margin, with displacements towards the E or
NE in respect to the stable South America. In addition to the subduction zone,
the main fault zone is the Pallatanga-Puna right-lateral strike-slip fault that
begins in the Gulf of Guayaquil and runs across the Cordillera Occidental, at the
boundary of the North Andean Block. To the north, the Cordillera Real is
characterized by high reliefs and ENE-OSO shortening. To the south, the
Huancabamba southern deflection, with low reliefs and an irregular to low
southeastward-directed deformation pattern, constitute a resistant element of the
South American craton. The North Andean block underwent internal
deformations in the Manabí Basin, an extensional fore-arc basin in between the
Cordillera Costanera and the Cordillera Occidental of the Andes. The
northwestern part is affected by subduction-related seismicity and by an
eastward vergent thrust.
The South Ecuador sedimentary basins of Loja, Malacatos-Vilcabamba and
Catamayo belong to the Neogene-Quaternary synorogenic intramontane basins
and reveals the recent tectonic evolution. Gravity research constrain the deep
geometry of the Neogene-Quaternary sedimentary infill. New gravity
measurements in the sedimentary basins indicate negative Bouguer anomalies
reaching up to -292 mGal related to thick continental crust and sedimentary infill.
Loja Basin is asymmetrical, with a thickness of sedimentary infill reaching more
than 1200 m in the eastern part, which coincides with a zone of most intense
compressive deformation. The tectonic structures include N-S, NW-SE and NESW
oriented folds and associated east-facing reverse faults. The basin of
Malacatos-Vilcabamba, with a sedimentary infill reaching 1500 m, has some N-S
folds. However, Malacatos-Vilcabamba and Catamayo basins are essentially
dominated by N-S to NW-SE normal faults, producing a strong asymmetry in the
Catamayo Basin area. These structures reveal an initial stage of E-W compression
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since Middle-Late Miocene that developed NNE-SSO folds, reverse faults and
relief uplift, determining the high altitude of the Loja Basin. As a consequence of
the crustal thickening and in association with the dismantling of the top of the
Andes Cordillera, extensional events favored the development of normal faults
that mainly affect the basins of Catamayo and Malacatos-Vilcabamba.
The development of the Ecuadorian Andes is the result of the subduction along
the South American continental margin influenced by the coupling of the
Carnegie Ridge and the inherited resistant elements of the South American
craton. The recent relief uplift is consequence of the interaction of extensional and
compressional deformation shaping the Neogene-Quaternary sedimentary
basins. The greatest seismic hazards in Ecuador are linked to the highest
deformations associated with the subduction zone located near the coastal area,
the Pallatanga transfer fault, and the Eastern Andes Cordillera Real frontal faults.