Efecto de la suplementación materna con DHA durante la gestación y la lactancia sobre el estrés oxidativo y el remodelado óseo materno y neonatal
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Kajarabille, NaroaEditorial
Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Departamento de FisiologíaMateria
Embarazo Niños recién nacidos Nutrición Lactancia Aspectos nutricionales Ácido docosahexaenoico (DHA)
Materia UDC
618.2 618.63 613.2 3200
Fecha
2016Fecha lectura
2015-12-03Referencia bibliográfica
Kajarabille, N. Efecto de la suplementación materna con DHA durante la gestación y la lactancia sobre el estrés oxidativo y el remodelado óseo materno y neonatal. Granada: Universidad de Granada, 2016. [http://hdl.handle.net/10481/41668]
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Tesis Univ. Granada. Departamento de FisiologíaResumen
Como se ha indicado anteriormente, el papel de la nutrición dentro de la medicina
preventiva está ampliamente reconocido, adquiriendo últimamente una especial importancia
la grasa como nutriente. En este campo de la prevención, el embarazo y lactancia son etapas
en las cuales una adecuada nutrición cobra una especial relevancia para el óptimo desarrollo
del feto primero y del recién nacido después. El suministro de nutrientes en estas etapas
críticas de la vida, como son el periodo fetal y posnatal, tiene importantes efectos en la
determinación del estado de salud en la edad adulta.
Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) de la serie omega-3, y especialmente el ácido
docosahexaenoico (DHA), son uno de los nutrientes más estudiados en etapas precoces de la
vida, principalmente por su relación con el desarrollo del sistema nervioso central, ya que son
componentes esenciales de las membranas neuronales y retinianas, además se acumulan de
forma rápida en el cerebro y en la retina durante la última etapa de la gestación y el comienzo
de la vida postnatal. La capacidad de biosíntesis endógena del DHA es limitada en el feto y en
el recién nacido y, por tanto, se considera condicionalmente esencial y requerido en la dieta.
Su aporte durante la vida fetal y del recién nacido va a depender de la transferencia
placentaria y de la leche materna, siendo para ello fundamental el suministro de este nutriente
en la dieta de la madre. Por tanto, la grasa podría ser utilizada en este periodo de la vida desde
un punto preventivo de la enfermedad.
La suplementación con DHA durante el embarazo y la lactancia ha mostrado efectos
positivos sobre diferentes aspectos relacionados con el desarrollo del recién nacido. A partir
de diversos estudios, fundamentalmente en neonatos, se ha visto la asociación de la ingesta de
DHA materna con el adecuado desarrollo cognitivo y visual, reforzando la necesidad de
asegurar un aporte adecuado al feto y lactante a través de la alimentación materna. Sin embargo, hay determinados aspectos relacionados con el aporte de DHA materno al
feto y al niño relacionados con su desarrollo y salud en etapas posteriores de la vida que no
han sido estudiados hasta el momento y podrían tener una influencia decisiva en esta etapa
precoz de la vida.
Entre estos aspectos se encuentra la relación del DHA durante el embarazo y lactancia
con respecto al metabolismo óseo y el estrés oxidativo tanto materno como del recién nacido,
aspectos donde la suplementación materna podría jugar un papel importante.
En relación al estrés oxidativo, el embarazo es un estado fisiológico acompañado de una
alta demanda metabólica, un incrementado requerimiento de oxígeno y una incrementada
producción de radicales libres. Se ha observado una mayor agresión oxidativa en mujeres
gestantes, respecto a las no gestantes. En el parto, se ha observado un elevado nivel de estrés
oxidativo tanto en la madre como en el recién nacido. En este campo, la suplementación con
DHA muestra controversias. Diversas líneas de investigación sugieren que existe una
protección oxidativa tras la suplementación con DHA. Por otra parte, algunos autores
consideran que el efecto que presenta este ácido graso es consecuencia de la mayor agresión
oxidativa, ya que no debemos olvidar que se trata de un ácido graso altamente poliinsaturdo y
por tanto, diana de las especies reactivas de oxígeno (ROS).
En relación al remodelado óseo, el consumo de omega-3 como el DHA podría ser
beneficioso en este proceso, inhibiendo la resorción ósea y estimulando la formación. Este
efecto podría ser importante en la etapa inicial del recién nacido, ya que durante el primer año
de vida se produce un rápido proceso de osificación, en el que los procesos de formación ósea
exceden los de resorción, lo que resulta en la adquisición de hueso. En este aspecto, la
suplementación con DHA está poco estudiada y ausente en el campo de la gestación, parto y
lactancia.
La existencia de estas controversias unido a la falta de información en la etapas
fisiológicas de la gestación, lactación y desarrollo postnatal es lo que ha motivado el
desarrollo de este trabajo.