Physical activity, hydration and health
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Marcos, Ascensión; Manonelles, Pedro; Palacios, Nieves; Wärnberg, Julia; Casajús, José Antonio; Pérez, Margarita; Aznar, Susana; Benito, Pedro J.; Martínez-Gómez, David; Ortega Porcel, Francisco Bartolomé; Ortega, Eduardo; Urrialde, RafaelEditorial
Aula Médica; Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE)
Materia
Physical activity Hydration Health Prevention Decalogue of recomendations Actividad física Hidratación Salud Prevención Decálogo de recomendaciones
Date
2014Referencia bibliográfica
Marcos, A.; et al. Physical activity, hydration and health. Nutrición Hospitalaria, 29(6): 1224-1239 (2014). [http://hdl.handle.net/10481/32900]
Résumé
Since the beginning of mankind, man has sought ways to promote and preserve health as well as to prevent disease.
Hydration, physical activity and exercise are key factors for enhancing human health. However, either a little dose of them
or an excess can be harmful for health maintenance at any age.
Water is an essential nutrient for human body and a major key to survival has been to prevent dehydration. However, there is
still a general controversy regarding the necessary amount to drink water or other beverages to properly get an adequate level
of hydration. In addition, up to now the tools used to measure hydration are controversial. To this end, there are several
important groups of variables to take into account such as water balance, hydration biomarkers and total body water. A combination of methods will be the most preferred tool to find out any risk or situation of dehydration at any age range.
On the other hand, physical activity and exercise are being demonstrated to promote health, avoiding or reducing health
problems, vascular and inflammatory disea ses and helping weight management. Therefore, physical activity is also being
used as a pill within a therapy to promote health and reduce risk diseases, but as in the case of drugs, dose, intensity, frequency, duration and precautions have to be evaluated and taken into account in order to get the maximum effectiveness and success
of a treatment. On the other hand, sedentariness is the opposite concept to physical activity that has been recently recognized as an important factor of lifestyle involved in the obesogenic environment and consequently in the risk of the non-communicable diseases.
In view of the literature consulted and taking into account the expertise of the authors, in this review a Decalogue of global
recommendations is included to achieve an adequate hydration and physical activity status to avoid overweight/obesity consequences. Desde los comienzos del género humano, el hombre ha buscado el modo de promover y preservar la salud, así como prevenir la enfermedad. La hidratación, la actividad física y el ejercicio son factores clave para mejorar la salud. Sin embargo, estos factores en dosis excesivamente bajas o en exceso pueden ser perjudiciales para el mantenimiento de la salud a cualquier edad. El agua es un nutriente esencial para el organismo y un factor clave para la supervivencia y la prevención de la deshidratación. Sin embargo, hay todavía una controversia general en cuanto a la cantidad necesaria de ingesta de agua u otros líquidos con objeto de conseguir un nivel adecuado de hidratación. Además, hasta la fecha no hay consenso sobre las herramientas a utilizar para medir la hidratación. Con este fin, hay varios grupos importantes de variables a tener en cuenta, como el equilibrio de agua, biomarcadores de hidratación y el agua total corporal. Se prefiere en general una combinación de métodos para evaluar riesgo de situaciones de deshidratación en cualquier franja etaria. Por otro lado, se ha demostrado que la actividad física y el ejercicio promueven la salud, evitando o reduciendo la susceptibilidad a enfermedades de tipo vascular o inflamatorio, así como para ayudar en el manejo del peso. Por todo ello, la actividad física está siendo utilizada también a modo de “píldora” en terapias para promover la salud y reducir el riesgo de enfermedad. Como en el caso de los medicamentos, hay que evaluar la dosis, intensidad, frecuencia, duración y tener en cuenta las precauciones necesarias para conseguir la máxima eficacia y el mayor éxito del tratamiento. Por el contrario, el sedentarismo es el concepto opuesto a la actividad física y se ha reconocido recientemente como un factor importante de estilo de vida implicado en el ámbito obesogénico y en consecuencia en el riesgo de las enfermedades no transmisibles. Teniendo en cuenta la bibliografía consultada y la experiencia de los autores, en esta revisión se concluye con unas recomendaciones a modo de decálogo dirigido a la población general para conseguir un estatus de hidratación y actividad física adecuados con el fin de evitar las consecuencias del sobrepeso y la obesidad.