Embajadas, Corte y sistemas de inteligencia. Inglaterra y la diplomacia exterior española a comienzos del siglo XVII
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Sanz Camañes, PorfirioEditorial
Universidad de Granada
Materia
Embajadas Monarquía hispánica Inglaterra Diplomacia Relaciones internacionales Agentes Siglo XVII Embassies Spanish Monarchy England Diplomacy International relations Agents XVII Century
Fecha
2011Referencia bibliográfica
SANZ CAMAÑES, P. Embajadas, Corte y sistemas de inteligencia. Inglaterra y la diplomacia exterior española a comienzos del siglo XVII. En: Chronica Nova. 2011, vol.37, pp. 301- 327. [http://hdl.handle.net/10481/20381]
Resumen
Las diferencias políticas y religiosas, por una parte, y los conflictos económicos anglo-españoles, por otra, se intensifican a partir de 1570 mientras los efectos del corsarismo en América iban en aumento. La rebelión holandesa desde 1568 y la ampliación del imperio colonial hispano en América, tras la anexión de Portugal, en 1580, convencieron a Felipe II de que el choque con Inglaterra no tardaría en producirse. La Declaración de Nonsuch de la reina Isabel, en 1585, ponía coto a las acciones de desestabilización española frente a la corte inglesa, implicada en complots para derrocarla y en el apoyo de rebeliones en Irlanda. Desde estos momentos, las informaciones que circularon en las embajadas de ambos países, las redes clientelares y los sistemas de inteligencia gestados por España e Inglaterra resultaron claves para la toma de decisiones a comienzos del siglo XVII. Con el relevo generacional, tras la muerte de Felipe II y de Isabel I, las vías para lograr la estabilidad política quedaron ratificadas por el Tratado de Londres en 1604. A pesar de las diferencias ideológicas y religiosas las relaciones anglo-españolas mantendrían el status quo en el Canal de la Mancha, el Mar del Norte y en los circuitos mercantiles del Atlántico hasta mediados de la centuria. The polítical and religious troubles, on the one side, and the anglo-spanish economic conflicts, on the other side, were increasing as from 1570 while the privateering effects in America rose. The Dutch Revolt from 1568 and the expansion of the Spanish Monarchy with the Portugal annexation in 1580 convinced Philip II that the road to war with England was open and inevitable. The Nonsuch Declaration from Elisabeth I, in 1585, was directed to prevent any sort of Spanish intervention at the English Court, interested in all kind of conspirations to knock down the English Crown and to help the rebels in ireland. From that moment, informations spread around the embassies in both countries, the clientelar links and the intelligence system organized in Spain and England were essential to take any political decission at the beginnig of the Seventeenth Century. With the changes at the government, after the Philip II and Elisabeth I deaths, the roads to political stability were ratified by the London Treaty in 1604. Despite of ideological and religious differences, the anglo-spanish relationships will keep the status quo in the Chanel of la Mancha, the North Sea and the Atlantic mercantile routes up to the middle of the Seventeenth Century.