@misc{10481/87626, year = {2019}, url = {https://hdl.handle.net/10481/87626}, abstract = {Wuthering Heights (1847), de Emily Brontë, ha sido traducida al español en más de cien ocasiones desde 1921, aunque, antes del desarrollo académico e institucional de los estudios de traducción alrededor de mediados de los años setenta, los traductores se enfrentaron una serie de problemas principalmente debido a la falta de instrucción y recursos adecuados. La traducción de G. De Luaces (1942 [2010]) es un ejemplo de este tipo de traducciones publicadas durante el período posterior a la Guerra Civil en las que el traductor no tenía formación específica ni acceso a monografías especializadas. Esta falta de acceso a fuentes de documentación tuvo un impacto en el texto resultante, ya que su traducción no logró transferir las implicaciones culturales de Brontë. En el texto, somos testigos de la intervención del traductor, algo que podemos observar en las simplificaciones y omisiones. Tras un análisis global del texto, es indudable que el traductor tiende a la simplificación sintáctica y es destacable mencionar que numerosas estructuras omitidas en el TM están cargadas de información significativa en relación con el argumento o con el carácter de los personajes. El procedimiento de la simplificación es además evidente en el TM, que a primera vista podría parecer una falta profesional del traductor. Sin embargo, no es la conclusión que sacamos de ello puesto que el traductor ejercía la labor de traductor para subsistir y puede que sufriera limitaciones de tiempo impuestas por imperativos editoriales. También, otra de sus técnicas es la omisión de oraciones completas, que como hemos constatado en algunas ocasiones el traductor señala en el texto mediante tres asteriscos. Del análisis realizado en este estudio, podemos sacar una serie de conclusiones. En primer lugar, se nota el hecho de que el traductor opta por la estrategia de domesticación y como la forma más fácil de eludir el problema de la traducción y, como resultado, se pierde la especificidad cultural, que puede verse como un fracaso en la traducción de elementos culturales extranjeros en el periodo posterior a la Guerra Civil. En segundo lugar, a través de varias soluciones aplicadas, podemos observar el vacío lingüístico que puede establecerse entre el TO y el TM por un traductor que no está muy familiarizado con las referencias culturales. Como consecuencia, el traductor recurrió al método de domesticación como una forma de evitar complicaciones adicionales. Además, observamos la falta de preparación del traductor o la falta de atención a las dificultades específicas que surgieron a veces, que se resolvieron mediante errores de traducción o por omisión en el texto. En el periodo posterior a la Guerra Civil española, no hubo preparación específica para traductores ni medios adecuados que pudieran facilitarles su trabajo. La situación de la posguerra, tanto en España como en Europa en su conjunto, y el periodo de autarquía y exilio de intelectuales por el que atravesaba España no contribuyeron a paliar estas deficiencias. Si la situación del traductor profesional casi siempre ha sido precaria, esta condición fue mucho más aguda en la década de 1940. Esto nos puede dar una idea de los límites y la precariedad con que los traductores se enfrentaron en su trabajo profesional. La tendencia, en vista de los resultados analizados, se orienta hacia la aceptabilidad, es decir, predomina la voluntad de que el gran público siga accediendo fácilmente a la lectura de obras clásicas, sin elementos que puedan provocar extrañeza al lector actual. Finalmente, aunque valoramos la labor de G. De Luaces, somos partidarios de que las casas editoriales publiquen nuevas traducciones que no contengan omisiones ni simplificaciones.}, publisher = {Pablo Ruano San Segundo}, title = {Emily Brontë en el mercado editorial contemporáneo español: análisis y evaluación de Cumbres Borrascosas, de Juan González- Blanco De Luaces (1942).}, author = {Pérez Porras, Ana}, }