@misc{10481/54845, year = {2019}, url = {http://hdl.handle.net/10481/54845}, abstract = {Desentrañar los misterios de la Naturaleza ha sido siempre uno de los principales desafíos de la humanidad. A lo largo de los siglos, hemos intentado resolver preguntas tales como: ¿de qué están compuestas las diferentes sustancias? ¿Por qué llueve? ¿Por qué el sol sale y se pone todos los días? La búsqueda de respuestas para esas cuestiones fundamentales abre la puerta a un nuevo e interesante problema: a la luz de esta nueva información, ¿es posible anticipar lo que va a ocurrir? En otras palabras, ¿somos capaces de detectar patrones generales a partir de estas respuestas y usarlas para predecir un comportamiento futuro? Estos elementos constituyen los pilares en los cuales se sustenta la física. En líneas generales, la física persigue entender los fenómenos naturales caracterizando sus causas y deduciendo principios básicos y teorías que permiten hacer predicciones cuantitativas sobre observaciones futuras. En este sentido, la física, como ciencia que pretende obtener las leyes generales que gobiernan la Naturaleza, ocupa un lugar especial entre los diferentes campos que componen las Ciencias Naturales, con un amplio grado de aplicabilidad en Química, Biología, Geología e incluso en las Ciencias Sociales. El espectro de fenómenos descritos por la física abarca desde los sistemas más pequeños (por ejemplo, las partículas que constituyen la materia y la radiación) hasta los más grandes (galaxias, cúmulos de galaxias, supercúmulos...). Cuando lidiamos con la ambiciosa tarea de entender el universo, nos damos cuenta de que la naturaleza presenta una estructura jerárquica. Con el objetivo de caracterizar sus propiedades, es posible dividir la realidad en diferentes niveles de descripción, cada uno de los cuales definidos por unas escalas de longitud y tiempo típicas. Por ejemplo, imaginemos un litro de agua dentro de un vaso Dewar (esto es, un recipiente aislado térmicamente). Las escalas de longitud y tiempo que podemos medir a simple vista en un laboratorio definen el nivel macroscópico. Sin embargo, es bien conocido que el litro de agua está compuesto por un número de moléculas del orden del número de Avogadro. Estas escalas de longitud y tiempo mucho más pequeñas definen un nuevo nivel de descripción al que nos referimos como nivel microscópico (esta división no es única y representa una versión simplificada de la realidad. Ciertamente, las moléculas de agua están compuestas por diferentes partículas subatómicas tales como electrones, quarks, etc., que poseen sus respectivas escalas. Es más, el litro de agua podría ser simplemente una pequeña fracción del Océano Atlántico, que a su vez presenta sus propias escalas de longitud y tiempo típicas). Al estudiar las propiedades de cada nivel por separado, nos damos cuenta de que éstos poseen unos observables propios que los caracterizan, que a su vez satisfacen ciertas relaciones. Esas leyes gobiernan el comportamiento de cada estructura jerárquica. En el ejemplo del agua, el nivel macroscópico está completamente caracterizado por magnitudes tales como la temperatura, el volumen, la presión, etc. Asimismo, existe una teoría macroscópica que establece relaciones entre esos observables: la Termodinámica. Por otra parte, cuando pensamos en las moléculas que componen el agua, su comportamiento es descrito por su posición, velocidad, energía, etc., o sus correspondientes funciones de onda, y las leyes que gobiernan su evolución están definidas por la Mecánica Clásica o Cuántica, respectivamente.}, organization = {Tesis Univ. Granada.}, organization = {Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (actuales Ministerios de Educación y Formación Profesional y Ministerio de Cultura y Deporte) mediante una Ayuda para la Formación de Profesorado Universitario (FPU) con referencia FPU13/05633. Además, se ha disfrutado de la financiación proporcionada por el Ministerio de Economía y Competitividad mediante el proyecto FIS2013-43201-P y por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades mediante el proyecto FIS2017-84256-P. La estancia de investigación realizada en el Laboratoire Interdisciplinaire de Physique (LIPhy), en Grenoble, Francia, ha sido financiada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (actuales Ministerios de Educación y Formación Profesional y Ministerio de Cultura y Deporte) mediante una ayuda a la movilidad para estancias breves asociada a la referencia FPU13/05633. El autor agradece los recursos logísticos proporcionados por el Laboratoire Interdisciplinaire de Physique (LIPhy), así como los recursos computacionales facilitados por el Instituto Carlos I de Física Teórica y Computacional de la Universidad de Granada (PROTEUS).}, publisher = {Universidad de Granada}, keywords = {Mecánica estadística}, title = {Structures and symmetry-breaking in the fluctuations of nonequilibrium systems}, author = {Tizón Escamilla, Nicolás}, }