@misc{10481/40792, year = {2015}, month = {6}, url = {http://hdl.handle.net/10481/40792}, abstract = {Las investigaciones científicas dan algunas respuestas a las preguntas planteadas y definen el concepto desde el análisis de su representación tanto en la mente como en el cuerpo. Hay autores que las mencionan como un «fenómeno emergente», en lugar de una entidad absoluta, que surge de la interacción entre el contexto y nuestra percepción, en la que influye, entre otras cosas, nuestro estado afectivo principal (Barrett y Russell,2015). Entre estos estados afectivos, más duraderos, algunos distinguen el estado de ánimo y el temperamento, un sentimiento que le caracteriza a uno no solo durante días, sino a lo largo de años . A raíz de unos descubrimientos de Paul Ekman, se han identificado cuatro emociones como centrales, ya que sus expresiones parecen ser reconocidas en diversos lugares del mundo, estas son: el miedo, la ira, la tristeza y la alegría . Sin embargo, no todos los investigadores están de acuerdo en esta clasificación de las emociones -algunos añaden a estas la de sorpresa y la de asco-, ni en el propio hecho de jerarquizarlas (Goleman, 2014). Como ya hemos dicho, en las emociones interviene tanto el cerebro como el cuerpo. Davidson (2012) afirma que cabría decir que las emociones son la forma más corpórea de actividad mental. Pero, ¿cuál es la actividad mental que existe cuando las emociones están en escena?}, organization = {Universidad de Granada. Facultad de Ciencias de la Educación. Grado en Educación Infantil}, keywords = {Educación emocional}, keywords = {Emociones}, keywords = {Educación Infantil}, keywords = {Emotional education}, keywords = {Emotions}, keywords = {Childhood education}, keywords = {Early childhood education}, title = {La educación emocional}, author = {García Banderas, María Isabel}, }