Aniceto de Castro Albarrán: de la rebeldía al alzamiento Cobo Romero, Francisco El relieve y el renombre que rodearon a la figura del canónigo, magistral de la catedral de Salamanca y rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Aniceto de Castro Albarrán (1896-1981), estuvieron asociados a su infatigable labor como agitador, propagandista y divulgador. Sobre todo porque su pluma y su palabra coadyuvaron a la decantación de una interpretación religiosa que, por estar cargada de componentes reaccionarios, fundamentalistas y dogmáticos, ayudó a redefinir simbólicamente las motivaciones del asalto militar contra la República y la naturaleza de la guerra civil subsiguiente. Sus tempranas simpatías hacia el ámbito del catolicismo integrista y el monarquismo tradicionalista pronto lo convirtieron en un miembro del alto clero rabiosamente comprometido con las posiciones conspirativas del alfonsismo o el carlismo. Esto hizo que casi de inmediato se nos revelara como un conspicuo difusor de las doctrinas católicas justificativas de la resistencia al régimen de la II República. Además, su permanente presencia en las campañas de agitación contra las medidas laicas y antirreligiosas promulgadas durante el primer bienio republicano, y sus escarceos con los medios publicísticos de pensamiento del monarquismo reaccionario o el tradicionalismo hispánico, nos desvelan a un Castro Albarrán holgadamente capacitado para el ejercicio de la diatriba y la mordaz deslegitimación la República, logrado mediante un minucioso empleo del dogmatismo escolástico, el iusnaturalismo o el neo-tomismo. Pero, por encima de todo, resultan significativas sus excelentes y refinadas cualidades oratorias, su aquilatada elocuencia y sus dotes literarias. Todos estos atributos erigieron a nuestro personaje, en los convulsos y atormentados años de la República, en uno de los más avezados publicistas y divulgadores de una muy arraigada interpretación sobre la ilegitimidad del gobierno republicano que llegó a disfrutar de una favorabilísima acogida en los ambientes más conservadores del catolicismo monárquico y la jerarquía eclesiástica. Pero fue en el transcurso de la guerra civil cuando las abundantes contribuciones de Aniceto de Castro a la enunciación y propagación del carácter religioso y anticomunista con que fue revestida la contienda alcanzaron un rotundo refrendo. La impronta intelectual y la labor literaria y propagandística de Castro Albarrán no nacieron huérfanas, en medio de un incomprensible vacío de erudición, o desgajadas de las más rancias tradiciones doctrinales del catolicismo antiliberal decimonónico. Sus escasamente originales elucubraciones teóricas se hallaban hondamente enraizadas en la práctica doctrinal del catolicismo más reaccionario, aquel mismo que rechazaba el liberalismo, la civilización moderna, la democracia y el socialismo. Sobre este sólido sustrato, los planteamientos difundidos por Castro Albarrán se nutrieron de las aportaciones dogmáticas y las directrices orientativas, que se gestaron durante el papado de Pío XI, y que fueron propagadas por todo el catolicismo europeo para contrarrestar el avance del ateísmo, la secularización o el comunismo. 2024-11-21T10:36:53Z 2024-11-21T10:36:53Z 2010-09 book part SOLDADOS DE DIOS Y APÓSTOLES DE LA PATRIA. Las derechas españolas en la Europa de entreguerras 978-84-9836-643-3 https://hdl.handle.net/10481/97189 spa http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ open access Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional Comares