¿Piensan los animales? Acero Fernández, Juan José Ángel García Rodríguez ha publicado este mismo año un extenso ensayo, titulado El pensamiento de los animales. un modelo expresivo [= PA] (García Rodríguez 2023) en lo que sigue], cuyo objetivo es responder a la pregunta de “si los animales tienen o no pensamiento” (p. 41). Dando por descontado que poseen capacidades sensitivoafectivas, tener pensamiento es poseer capacidades cogn(osc)itivas (percepción, memoria, habilidades conceptuales e inferenciales, competencia lingüística, etc.). De otro modo, si son sujetos de actitudes proposicionales: creencias, deseos, intenciones, expectativas, etc. (p. 169). Tras un largo recorrido, el autor da una respuesta afirmativa: “El resultado es que se puede atribuir a los animales todo tipo de pensamientos, no sólo pensamientos sobre el mundo, sino también pensamientos sobre los otros y pensamientos autoconscientes” (p. 379). PA es una obra compleja, plena de ideas provocadoras y argumentos que reclaman un estudio cuidadoso. Se puede estar perfectamente de acuerdo con la idea general, aunque imprecisa, de que los animales piensan, y también con no pocas de sus afirmaciones. En este comentario, me centraré en algunos de los temas donde mis dudas son mayores. Para facilitar la discusión, comenzaré exponiendo el núcleo de sus ideas. Su conclusión final es el resultado de aceptar sus tres tesis centrales. Las dos primeras son éstas: La Tesis del Pensamiento Expresivo [= PEX] El pensamiento y las capacidades que éste conlleva son aspectos intrínsecos de la conducta en contexto. La idea en todos los casos es la misma: reconocer como expresivos determinados gestos corporales, o la conducta lingüística y no lingüística, no implica tratar el estado o suceso mental expresado como un ítem adicional al gesto corporal o a la conducta en cuestión; más bien en el contexto en el que tienen lugar gesto y conducta, el estado o suceso mental expresado es un aspecto intrínseco suyo (p. 79). Formulaciones como ésta se reiteran a lo largo de la obra. La Tesis del Parecido de Familia [= PFAM] Hay parecidos de familia entre las habilidades cognitivas de los seres humanos y las de los miembros de muchas especies animales. Así, el autor defiende que los animales instancian los conceptos de “determinadas actitudes mentales”, p. ej. creencias, no porque su comportamiento muestre la misma (o similar) variedad de gestos o señas que los expresados por las creencias de los humanos, sino porque los animales “los instancian por el parecido de familia entre sus recursos expresivos y los de los humanos” (p. 268). La Tesis de la Naturaleza Perceptiva de los Conceptos de Pensamientos [= CPP] Los conceptos de pensamientos, e. d. de actitudes proposicionales, son conceptos perceptivos, conceptos que se constituyen en el ejercicio de capacidades perceptivas, tanto las de los seres humanos como las de otras criaturas. [Los conceptos de pensamientos] no sólo se predican sobre la base exclusiva del ejercicio de habilidades perceptivas (a saber, la habilidad para percibir directamente el aspecto intrínseco de determinadas conductas en contexto), sino también se adquieren mediante la sola observación (en concreto, en presencia de la conducta de humanos y animales en contexto [...]” (p. 269). En lo que sigue discutiré estas tres tesis y alguna más íntimamente relacionada con ellas. Antes, sin embargo, quiero llamar la atención sobre tres rasgos del argumento que PA desarrolla: su naturalismo, su verificacionismo y su compromiso con la filosofía del Wittgenstein maduro. 2024-07-29T10:10:03Z 2024-07-29T10:10:03Z 2024-01-22 journal article Juan José Acero. (2024). ¿Piensan los animales?. Revista de Filosofía , 49(1), 285-299. https://doi.org/10.5209/resf.93748 https://hdl.handle.net/10481/93541 10.5209/resf.93748 spa http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/ open access Atribución 4.0 Internacional Universidad Complutense de Madrid