Aprender jugando y la cultura del esfuerzo Fernández Oliveras, Alicia Divulgación científica Aprendizaje Basado en Juegos Aprendizaje lúdico Prensa escrita y digital Periodismo científico Trabajando en la redacción de un artículo me topé con una referencia que afirma que lo divertido en un juego es aprender algo que querías aprender, y que el sentimiento de diversión es esencialmente el mecanismo de realimentación positiva que nos hace repetir la actividad una y otra vez. Entonces, me acordé de los detractores y de los escépticos del aprendizaje a través del juego (manifiestos o no, conscientes o no) y pensé que la cita a esta referencia bibliográfica podía contrarrestar sus argumentos. La cita que traigo a colación viene a decir que el propio hecho de aprender es lo que hace divertido al juego, lo que hace que el jugador “se enganche”. Por eso, cuando un determinado juego “no se nos da bien”, nos parece aburrido y lo dejamos. Por eso no a todo el mundo le gustan los mismos juegos, porque la diversión depende de la capacidad del jugador de aprender con el juego, de como decimos coloquialmente, “pillarle el tranquillo”. Es decir, podemos afirmar que la diversión está asociada aprendizaje, ¡por eso jugar es educativo en sí mismo! y los juegos también serán educativos en tanto en cuanto resulten divertidos. Por eso cuando un juego ya resulta demasiado fácil, cuando ya no estimula, se hace aburrido. En definitiva, LA DIVERSIÓN IMPLICA APRENDIZAJE, entendido este como estímulo de las capacidades, no como reproducción mecánica y memorística, que sería más bien “entrenamiento”, el cual, si no supone un reto, tampoco será divertido. 2020-05-22T11:29:38Z 2020-05-22T11:29:38Z 2019-08-13 info:eu-repo/semantics/article http://hdl.handle.net/10481/62191 spa http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/ info:eu-repo/semantics/openAccess Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España Diario Granada Hoy (Grupo Joly)