Análisis del grado de adquisición de competencias en medicina de urgencias por parte de estudiantes del grado de medicina: estudio multicéntrico
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Matas Lara, Ana MaríaEditorial
Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en Ciencias de la EducaciónFecha
2024Fecha lectura
2024-10-31Referencia bibliográfica
Ana María Matas Lara. Análisis del grado de adquisición de competencias en medicina de urgencias por parte de estudiantes del grado de medicina: estudio multicéntrico. Granada: Universidad de Granada, 2024. [https://hdl.handle.net/10481/98111
]
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Tesis Univ. Granada.Resumen
La Medicina se define como el conjunto de conocimientos y técnicas aplicadas a la predicción, prevención,
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que
éstas puedan producir.
Su aprendizaje se fundamenta en la educación médica que se realiza en la Facultad de Medicina, división
académica de la Universidad, que ha ido evolucionando con el tiempo y de acuerdo con las directrices comunes
para unificarse con el resto de Europa, pasando de un modelo tradicional (eminentemente teórico) a un modelo
donde la adquisición de habilidades prácticas y el aprendizaje individualizado orientado al alumno va tomando
relevancia: la educación médica basada en competencias.
Dicho modelo educativo es aplicable a las distintas áreas del conocimiento de la Medicina incluyendo la Medicina
de Urgencias que, hasta ahora, no se encontraba reconocida en nuestro país como especialidad en el sistema
español de formación especializada. Actualmente, de acuerdo con lo expuesto en el artículo 12 de la Ley 44/2003,
de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias se establece la formación en la especialidad de
Medicina de Urgencias y Emergencias encontrándose, actualmente, su programa formativo en elaboración y en
fase de consulta, habiendo sido aprobada por el Consejo de Ministros el día 2 de Julio de 2024 y publicado en
BOE del día 3 de julio de 2024 (file:///C:/Users/Usuario/Downloads/BOE%20030724%20Pag%2082078.pdf) . Esta
ley no sólo recoge lo anteriormente citado si no que regula el acceso al nuevo título de especialista de los
profesionales que se encuentran desempeñando su labor asistencial en dicha área de forma continuada, pero
poseen otra especialidad, como la Medicina Familiar y Comunitaria.
Los profesionales de la Urgencia deben ser especialistas cualificados con formación específica, común, reglada y
reconocida institucionalmente al mismo nivel que el resto de las especialidades de este país.
Entre los objetivos de la formación universitaria médica, además de la adquisición de conocimientos teóricos,
debe encontrarse la preparación para afrontar las demandas de una sociedad en continuo cambio y muy diversa,
de ahí la importancia en el aprendizaje de habilidades prácticas y conductuales que les permitan desempeñar su
labor de la forma más adecuada posible en un campo tan exigente como es la atención médica y en especial la
urgente. El Servicio de Urgencias ha de ser la entrada del paciente a un proceso asistencial definido y organizado que
puede pasar por continuar con un ingreso hospitalario, retornar al domicilio o en algunos casos a su Centro de
Atención Primaria, y en ninguno de los casos sin solución de continuidad.
En este sentido la educación médica basada en competencias se está convirtiendo en el esquema dominante en
muchos países ya que permite una formación más práctica e individualizada. Aplicándolo a nuestro entorno, en
la Universidad de Granada, la enseñanza de la Medicina de Urgencias se realiza mediante dos asignaturas, una
optativa en quinto curso que consta de parte teórica y parte práctica y otra en sexto curso, obligatoria y
eminentemente práctica que se basa en el aprendizaje por competencias.
Por todo lo anterior, los resultados derivados de este estudio impactarán de manera significativa en las
características que definen el proceso formativo en medicina de urgencias de los estudiantes del grado de
medicina, garantizando la adquisición de las competencias necesarias para hacer frente a situaciones críticas en
el ámbito de la salud, facilitando además el diseño de planes de estudios específicos y más centrados en la
realidad lo cual contribuirá a mejorar no sólo la calidad de la enseñanza sino la calidad asistencial desarrollada
por los futuros profesionales de la salud que reciban esta formación específica.