dc.description.abstract | Los socialistas pusieron en práctica una estrategia –al menos durante el transcurso del Primer Bienio republicano– en estricta consonancia con la configuración de su programa agrario y sus firmes convicciones en torno a la vía democrático-parlamentaria de acceso al socialismo. Muy resumidamente expuesta, tal estrategia consistió en la articulación de dos instrumentos empleados en la mejora sustancial de las condiciones de vida del campesinado en su conjunto, en estrecha conexión con el declarado propósito consistente en la potenciación de su capacidad reivindicativa frente a la patronal rural. El primero de aquellos dos instrumentos, a los que aludíamos más arriba, consistió en el apoyo incondicional prestado a la promulgación de toda una apretada combinación de disposiciones legislativas de naturaleza avanzada y reformista, asimismo orientada a la ampliación de las ofertas de trabajo en el campo. Tales disposiciones legales irían encaminadas a favorecer el incremento de los salarios medios percibidos por los trabajadores agrícolas, defendiendo para ello, si fuera menester, el recurso a la huelga. El segundo de los instrumentos mencionados consistió en la potenciación, desde las organizaciones socialistas, del compromiso político del campesinado con las opciones de la izquierda no revolucionaria, a fin de elevar sustancialmente la representatividad de los colectivos de jornaleros y campesinos pobres en los ayuntamientos y otras instancias de poder de ámbito o naturaleza local, provincial o nacional. | es_ES |