Alegaciones jurídicas del fondo Montenegro: exposición bibliográfica

Abstract

La colección Montenegro es, sin duda, una de las joyas de la Biblioteca del Hospital Real de Granada. Este fondo -que debe su nombre al jesuita Pedro de Montenegro, rector del colegio de San Pablo de Granada en la segunda mitad del siglo XVII- pasó a formar parte de la Universidad de Granada en 1786, casi una década después del extrañamiento de la Compañía de Jesús de los dominios de la monarquía hispánica. La colección consta de más de tres mil obras de temática muy variada, entre las que se incluyen más de cuatrocientas alegaciones jurídicas, en su mayoría impresas, aunque también se conservan algunas manuscritas. Estas alegaciones son, precisamente, las protagonistas de esta exposición. Las alegaciones jurídicas -también conocidas como porcones, alegatos o informaciones en derecho- son escritos que mandaban redactar las partes implicadas en un proceso judicial durante el Antiguo Régimen. En ellas, sus abogados exponían los hechos que habían originado el pleito y los argumentos jurídicos de la defensa con gran libertad, ya que hasta mediados del siglo XVIII no estuvieron sometidas a la censura previa. La primera función de las alegaciones jurídicas era eminentemente judicial, pues tanto en el proceso civil como en el criminal los abogados entregaban los alegatos a los magistrados antes de que dictasen sentencia, para convencerles de la justicia de sus pretensiones. Sin embargo, la finalidad de las alegaciones transcendía el ámbito jurídico, pues su publicación estaba destinada, en gran medida, a dar a conocer los pormenores de los procesos judiciales fuera de los muros de los tribunales, con el fin de generar una opinión favorable a los intereses de los pleiteantes. De este modo, la difusión y circulación de alegaciones jurídicas propició un debate público muy interesante en la época, ya que a menudo todos los actores en conflicto dieron a la imprenta alegaciones en las que, además de rebatir los argumentos jurídicos de sus adversarios, les desacreditaban, poniendo en entredicho su honor, su honra y su reputación. De ahí que las alegaciones llegaran a convertirse en auténticos libelos difamatorios. En Granada, la publicación de alegaciones jurídicas fue muy importante a lo largo de la Edad Moderna, sobre todo en el Seiscientos, debido a la presencia en la ciudad de la Real Chancillería. De hecho, la mayoría de las alegaciones conservadas en la colección Montenegro vieron la luz en imprentas granadinas. Como podrá comprobarse, la calidad artística de estos impresos es indudable. Muchos cuentan con grabados de artistas tan prestigiosos como Ana o Bernardo Heylan, en los que se representan, entre otros, motivos religiosos, heráldicos y genealógicos. En esta exposición, que es solo una pequeña muestra de los fondos que atesora la biblioteca de la Universidad de Granada, se han incluido junto a las alegaciones jurídicas otros escritos forenses -defensorios, apuntamientos, memoriales de pleitos…-, dada la vinculación de estos papeles en derecho con las alegaciones.