Aplicación de vehículos no tripulados y técnicas GNSS en el análisis de la actividad de movimientos de ladera: Aplicación a casos en la cuenca de Loja–Ecuador
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Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en Ingeniería CivilFecha
2024Fecha lectura
2024-04-12Referencia bibliográfica
Zárate Torres, Belizario Amador. Aplicación de vehículos no tripulados y técnicas GNSS en el análisis de la actividad de movimientos de ladera: Aplicación a casos en la cuenca de Loja–Ecuador. Granada: Universidad de Granada, 2024. [https://hdl.handle.net/10481/92466]
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Tesis Univ. Granada.Resumen
La presente tesis doctoral tuvo como finalidad estudiar tres laderas inestables ubicadas en la
ciudad de Loja, Provincia de Loja – Ecuador mediante el empleo vehículos aéreos no tripulados
(VANT) o remotamente pilotados (VARP) apoyado en técnicas GNSS. Las tres zonas, ubicadas
en materiales sedimentarios de la cuenca de Loja (arcillas, limolitas, areniscas y
conglomerados, fundamentalmente), corresponde a los parajes de Victoria, Colinas Lojanas y
El Plateado. Los estudios se realizaron empleando los productos fotogramétricos derivados de
los vuelos con VANT, como son las ortoimágenes y los modelos digitales de elevación (MDE),
con una resolución de 0.10 m. Los objetivos son la caracterización geomorfológica de los
movimientos y áreas inestables, así como la medida de desplazamientos mediante diversas
técnicas que permitan conocer la evolución de las laderas en el periodo analizado. Con ello se
contribuirá a un mayor conocimiento de los movimientos de ladera en una zona de alta
incidencia como la cuenca de Loja y se ensayarán metodologías de estudio aplicables a otras
zonas montañosas.
Las técnicas GNSS permitieron la obtención de posiciones de puntos superficiales tanto para
medir desplazamientos como para determinar las coordenadas de los puntos de apoyo
fotogramétrico denominados puntos de control (Ground Control Points – GCP). Con el vehículo
aéreo no tripulado se obtuvieron fotografías aéreas de las zonas de estudio, que luego de ser
procesadas en un software basado en algoritmos Structure from Motion, derivaron en dos
productos fotogramétricos: ortoimágenes y modelos digitales de superficies (MDS). La
observación de las ortoimágenes con el apoyo de los MDS posibilitó la realización de una
zonificación de los movimientos de ladera estudiados, diferenciando sus rasgos y elementos
característicos como escarpes, cabecera, cuerpo y pie. Además, los MDS de distintas fechas se compararon a través del cálculo de modelos de diferencias (MdD) y distancias 3D entre las
superficies, así como mediante perfiles longitudinales y transversales.
Por otra parte, a partir de los MDS se generaron, en un sistema de información geográfica (SIG),
diversos parámetros morfométricos recogidos en modelos de pendiente, orientación de la
pendiente, sombreado, índice de posición topográfica (TPI), índice de rugosidad del terreno
(TRI) e índice topográfico de humedad (TWI). Mediante análisis estadístico zonal y sobre
perfiles, se caracterizaron con detalle cada uno de los elementos de los movimientos de ladera
y, en general, de las áreas inestables, en función de los parámetros morfométricos considerados.
Adicionalmente, a partir de los modelos TPI se extrajeron líneas de ruptura de la pendiente que
corresponden a rasgos características de los movimientos como la coronación y base de los
escarpes o la línea que marca la punta o frente del pie de los movimientos.
Finalmente, se emplearon distintas técnicas para medir desplazamientos dentro de los
movimientos estudiados. Además de los MdD y distancias 3D, se midieron puntos GNSS sobre
terreno y se extrajeron puntos desde los productos VANT (ortoimágenes y MDS) a partir de los
cuales se calcularon desplazamientos tanto horizontales como verticales. Adicionalmente, se
ensayaron técnicas basadas en el análisis digital de imágenes, en este caso sobre las
ortoimágenes, que permiten estimar fundamentalmente desplazamientos horizontales de forma
automática.
Los resultados obtenidos han permitido en primer lugar obtener modelos precisos de la
superficie del terreno con una incertidumbre a priori de 0.15 m para los desplazamientos
horizontales y verticales establecida a partir de la resolución de las imágenes VANT y los
errores en los puntos de chequeo y control. Tras la comprobación de los desplazamientos en áreas estables de las zonas de trabajo, la incertidumbre final o límite de detección de los
desplazamientos horizontales se fijó en 0.15 m y en 0.25 m para los desplazamientos verticales.
El análisis zonal para la caracterización de los movimientos permite establecer que los factores
que mejor diferencian entre sus elementos son la pendiente y el TPI, aunque el resto de los
factores (orientación, sombreado y rugosidad) también contribuyen a la identificación local de
los elementos. La pendiente permite distinguir generalmente los sectores más activos de los
menos activos, pero especialmente diferenciar los escarpes y los pies de los movimientos. El
TPI y, particularmente, las líneas de ruptura de la pendiente son decisivas a la hora de identificar
los limites superiores (coronación) e inferiores de los escarpes, así como el frente o punta de
los pies de los movimientos, sobre todo cuando se remuestrean los modelos a una menor
resolución (1 m en este trabajo). El TWI, por su parte, aporta información relevante en cuanto
a cómo se acumula el agua de escorrentía en el terreno y cómo se configuran las redes
hidrográficas externas e internas a los movimientos, lo que tiene gran importancia en la
estabilidad y dinámica de las laderas. La comparación de los modelos derivados de distintas
fechas posibilita además obtener información sobre la evolución del movimiento; y en algunos
casos, como en la comparación de líneas extraídas del TPI, medir incluso desplazamientos.
Por su parte, las técnicas para la medida de desplazamientos muestran una compatibilidad y
coherencia bastante grande entre ellas, tanto para la medida de desplazamientos horizontales
(puntos GNSS, puntos extraídos desde VANT y análisis de correlación de imágenes), como los
verticales (puntos GNSS, puntos VANT y MdD) y totales (distancias 3D). No obstante,
muestran diferencias entre ellos que se discuten en el texto, junto a las ventajas e limitaciones
de cada uno de ellos. En conjunto, las distintas técnicas muestran la evolución natural de la
superficie del terreno en los movimientos de ladera y áreas inestables, que es a desplazarse hacia abajo (por retracción de escarpes o por descenso real del terreno) y hacia delante (avance
del material y en menor medida pequeños ascensos reales en algunos sectores). Además,
permiten estimar tasas de desplazamiento que informan sobre su cinemática.
De todo el análisis realizado, incorporando la observación sinóptica que aportan los perfiles se
ha podido reconstruir el punto de partida de las zonas estudiadas y su evolución a lo largo del
periodo de monitorización. Así, en primer lugar, en la zona de Victoria se tienen un área de
reptación con deformación muy lenta de la superficie (tasas inferiores a 0.1 m/mes en el periodo
analizado) y cambios suaves en la morfología de la ladera en sus sectores más activo y menos
activo. En la zona de Colinas Lojanas se ha detectado un flujo de tierras en estado preparatorioincipiente
con tasa muy lenta de desplazamiento (en torno a 0.1 m/mes en los dos periodos
analizados), más activo en el pie, afectando a una carretera y arruinando varias construcciones.
Finalmente, en la zona del Plateado se ha observado un flujo de tierras en estado avanzado con
un escarpe, cuerpo y pie bien desarrollados, tasa de desplazamiento lenta (hasta 1 m/mes en
algunos sectores), que afecta a una carretera y probablemente la deforma. La observación de
todos los elementos, la organización de la red hidrográfica mediante el TWI y algunos datos
geotécnicos permiten aventurar algunas observaciones sobre la estabilidad y dinámica de los
movimientos estudiados.
Como conclusión final se puede apuntar que la obtención de modelos precisos de la superficie
(ortoimágenes y MDS), a partir de captura de imágenes con VANT, su precisa
georreferenciación y su procesado fotogramétrico, ha permitido la caracterización
geomorfológica detallada de movimientos de ladera y áreas inestables, así como la medida de
desplazamientos y el conocimiento de la cinemática del movimiento. En general se aprecia una
buena coherencia, compatibilidad y complementariedad entre todas las técnicas empleadas.