De lo divino eterno en el hombre
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URI: https://hdl.handle.net/10481/92034Metadatos
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Sáez Rueda, LuisMateria
M. Henry Fenomenología Phénoménologie Material Phenomenology Fenomenología material Lo divino Divinidad Divinity M. García-Baró
Fecha
2018Referencia bibliográfica
en Serrano de Haro/ et al., El deber gozoso de filosofar. Homenaje a Miguel García-Baró, Salamanca, Sígueme, 2018, pp. 249-260.
Resumen
lntentar extraer 1o esencial de un pensador profundo es tarea ineludiblemente aporética. Exige, por un lado, acercarse a su mundo filosófico con clara y fitme intención de objetividad y con la expectativa de fidelidad que viene demandada por la cosa misma. Por otro lado, sin embargo, ocuffe en filosofia que cualquier aproximación a un mundo de pensamiento presupone el sesgo de la interpretación ),, con ello, el liesgo de una distorsión de aquello que se admira. Al acercatme a la obra de Miguel García-Baró me comprometo con esa fldelidad y me amiesgo, a un tiempo, a incumir en delbrmaciones y falseamientos. Son muchos los
hilos que se cruzan en su filosofia, en un entramado cuya coherencia y riqueza se hacen patentes a pesar del carácter oblicuo de la mirada interpretativa. En lo que sigue solo pretendo extraer uno de esos hilos, el que, a mi modo de ver, recoffe diversos espacios de lo que, tal vez, podría ser denominado lo divino eterno en el hombre. Lo divino eterno no alude ni a una trascendencia impoluta ni a un absoluto de carácter religioso. Apunta hacia aquello que, en la inmanencia del devenir de lo humano,
permanece inalterable. Inalterable no por constituir un fundamento inmóvil, sino por mantenerse duradero en el cambio y la alteración. Es un sí misruo autogenerador hundido en la existencia de cada hombre. Y si se lo llama divino, es porque constituye un anhelo de plenitud. The eternal divine does not refer to either a pristine transcendence or an absolute of a religious nature. It points towards that which, in the immanence of the future of the human, remain unchanged. Unalterable not because it constitutes an immobile foundation, but because it remains durable in change and alteration. It is a mysterious self-generating self sunk in the existence of each man. And if it is called divine, it is because it constitutes a longing for plenitude.