¿Es la economía? Voto económico en las elecciones de la gran recesión.
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Centro de Investigaciones Sociológicas
Materia
Voto económico Comportamiento electoral Elecciones autonómicas
Fecha
2019Referencia bibliográfica
Cazorla, A., & Recuero, F (2019). ¿ Es la economía?: el voto económico en las elecciones autonómicas de la Gran Recesión. En Las elecciones autonómicas de 2015 y 2016 (pp. 281-298). Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Resumen
Una de las principales características que definen nuestra reciente historia democrática es la extensión e incidencia de una de las crisis económicas más perniciosas de los últimos años, tanto en lo que respecta a sus efectos sobre los principales indicadores macro y microeconómicos como, sobre todo, por su enorme virulencia a nivel individual. Esta crisis económica iniciada en el año 2008 por extensión de la ruptura de la burbuja financiera de Lehman Brothers, se ha caracterizado por sus implicaciones en un mundo cada vez más globalizado, a la vez que, por tratarse de un periodo anómalamente extendido en el tiempo, en tanto que aún a día de hoy no se puede afirmar que el conjunto de los indicadores económicos hayan retrocedido a los valores previos a este periodo de crisis.
Si bien hablar de un periodo tan amplio de tiempo implica necesariamente la sucesión de distintos ciclos económicos dentro del mismo, podemos señalar como características más significativas de este contexto económico la destrucción masiva del empleo y el deterioro de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos españoles, así como el progresivo recorte de las políticas sociales y servicios públicos, fruto de directrices políticas europeas, nacionales y autonómicas.
De igual modo, y en clave estrictamente electoral, las elecciones autonómicas de 20015 y 2016 suponen el fin de un amplio ciclo marcado por este contexto de crisis económica, que se inicia en las elecciones generales y autonómicas de 2011 y abarca procesos electorales de ámbito local, autonómico, generales y al Parlamento Europeo en los años 2011, 2012, 2014, 2015 y 2016.
En el presente capítulo intentaremos explicar la incidencia que esta crisis económica ha tenido respecto al comportamiento político y electoral de los ciudadanos españoles en los procesos autonómicos de 2015 y 2016, sobre todo centrándonos en los efectos de la situación económica y la atribución de responsabilidad como mecanismos de alteración del comportamiento electoral.
Entendemos que el periodo de recesión económica ha modificado algunas de las bases tradicionales en el comportamiento electoral de los españoles, más en el ámbito de elecciones de segundo orden (Reif y Schmitt, 1980), propiciando la puesta en marcha de mecanismos de castigo electoral relacionados con el modelo clásico de voto económico. En este sentido, podemos hablar de la interrelación de elementos tanto políticos como económicos que, a la postre, han marcado profundos cambios en la cultura política de los españoles, así como la alteración de los espacios partidistas y anclajes de voto tradicionales. Esta nueva cultura política surge del aumento de los sentimientos de desafección política (Cazorla et al., 2017) y de la creciente percepción de inoperancia política de los distintos niveles de gobierno respecto a los principales efectos de la crisis. Estos cambios, por último, se han terminado trasladando electoralmente, propiciando tanto el nacimiento de nuevas formaciones políticas como el castigo a los principales partidos políticos de corte tradicional. Hablamos de un proceso de amplio recorrido que se inicia en las elecciones generales de 2011-con un importante castigo al PSOE-, se extiende a las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 –con la irrupción de PODEMOS- y se concreta en los efectos sobre los gobiernos autonómicos en las elecciones de 2015 y 2016. Entre medias, no debemos olvidarlo, se insertaría el “procés” que, aunque con unas características políticas e históricas particulares, también ha podido representar una respuesta en clave económica, sobre todo en el viraje de justificaciones de carácter puramente esencialista hacia otras relacionadas con la construcción de un relato basado en la idea del “España nos roba” (Rivera y Cazorla, 2016).
Las elecciones autonómicas de 2015 y 2016 van a suponer, por tanto, la avanzadilla en todo este proceso de castigo político, que se materializará en el correctivo electoral al PSOE y el PP y en la cristalización del voto a Podemos y Ciudadanos en las elecciones Generales de 2015 y 2016. Ahora bien, ¿hasta qué punto podemos afirmar que es exclusivamente la economía la que produce el castigo? De igual, modo ¿hablamos de castigo al partido en el gobierno o de castigo a una tipología de partidos de corte tradicional?
Estas preguntas son las que intentaremos responder, poniendo el foco en los modelos explicativos relacionados con el voto económico, ya sean explicaciones de corte retrospectivo como egotrópicas y sociotrópicas. De igual modo, analizaremos los efectos del premio-castigo sobre la gestión política, tanto hacia el partido en el gobierno como hacia los principales partidos en la oposición, todo ello diferenciando el escenario regional, así como los colores políticos de los partidos que han gobernado en estos territorios. Para ello, construiremos un modelo en el cual interrelacionar los distintos componentes que explican el voto económico y la atribución de responsabilidad, con el fin último de medir los efectos de cada una de las principales dimensiones en el voto al partido en el gobierno, al principal partido en la oposición o a otras formaciones.