‘Bridging the Sexes’: Feelings, Professional Communities and Emotional Practices in the Spanish Intersex Clinic

Abstract

Health professionals’ emotions in the Spanish Intersex Clinic (SIC) act as structures of feeling, not easily available for analysis. Then, what is their role in configuring clinical judgments and decisions regarding non-binary bodies? Non-crystallized structures of feeling emerge as shared practices by the professional community. These practices allow them to square their expectations of a deemotionalized clinical objectivity and to relieve a distress allegedly caused by a corporeal difference, and not by a sex/gender system that has a hard time processing embodied diversities. In their emotional practices of (un)bridging the (dichotomy of) sexes in the SIC, clinicians emotionally activate (handling fear and uncertainty, showing empathy, using emotionally evocative images), and also emotionally deactivate narratives of sexual difference (using insipid terminology, overusing technical jargon, managing information mechanically, or through acts of debarring to avoid emotions). Emotional practices play a decisive role in interconnecting and shaping ways of doing (strategies, techniques, values) with entities (body, artifacts), to put into practice the knowledge systems that place the human body inside a sexual binary. To envision a language for these practices can bring awareness of the role played by emotions. More importantly, it can facilitate taking into consideration the agency of patients, including possible non binary decisions about their bodies.

Las emociones de los profesionales de la salud en la Clínica Intersexual Española (CIE) actúan como estructuras de sentimiento, no fácilmente disponibles para el análisis. Entonces, ¿cuál es su papel en la configuración de juicios clínicos y decisiones con respecto a los cuerpos no binarios? Las estructuras de sentimiento no cristalizadas emergen como prácticas compartidas por la comunidad profesional. Estas prácticas les permiten conciliar sus expectativas de una objetividad clínica desemocionalizada y aliviar las tensiones supuestamente causadas por una diferencia corporal, y no por un sistema de sexo/género que procesa con dificultad las diversidades corporales. En sus prácticas emocionales de (des)vinculación de las dicotomías de sexos en la CIE, los clínicos emocionalmente activan (manejo del miedo e incertidumbre, mostrando empatía, usando imágenes emocionalmente evocadoras) y también desactivan narrativas de diferencia sexual (usando terminología insípida, sobreutilizando jerga técnica, manejando la información mecánicamente o a través de actos de exclusión para evitar emociones). Estas prácticas emocionales son decisivas para interconectar los procedimientos clínicos (estrategias, técnicas, valores) con entidades (cuerpo, artefactos), y así poner en práctica los sistemas de conocimiento que sitúan el cuerpo humano dentro de un binario sexual. Vislumbrar un lenguaje para estas prácticas emocionales, como hacemos en este trabajo, puede generar conciencia sobre el papel desempeñado por las emociones. Más importante aún, puede facilitar la consideración de la agencia de los pacientes, incluidas posibles decisiones no binarias sobre sus cuerpos.