Aixa Portero. El Canto del Árbol
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Galería Isolina Arbulu, Marbella
Materia
Arte contemporáneo Cultura de paz Naturaleza Pintura Escultura Exposición artística Instalación artística Catálogo de obra artística de carácter monográfico ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible Dibujo
Fecha
2020Referencia bibliográfica
Aixa Portero. El canto del Árbol. Galería Isolina Arbulu. Marbella. España. 2020.
Resumen
Catálogo de edición bilingüe (Español - Inglés de 40 págs.) de la exposición individual “El canto del árbol”, de carácter monográfico, de la artista malagueña Aixa Portero desarrollada en la Galería Isolina Arbulu, desde el 30 de septiembre y el 21 de noviembre de 2019, y ampliada, posteriormente, hasta el 10 de enero de 2020. Dicha galería es un espacio expositivo de relevancia, que apuesta por el arte español y el arte andaluz contemporáneos, con incidencia también, en el arte internacional. La galería cuenta con tres espacios flexibles y excelentemente acondicionados en los que se exhibe pintura, fotografía, escultura, instalación y proyectos multidisciplinares que responden a las demandas y a las exigencias del paradigma estético contemporáneo. Cuenta en nómina con artistas nacionales e internacionales, reconocidos y noveles, como Javier de Juan, Dionisio González, Magdalena Correa, Juan Béjar, Bryan Adams, Ciuco Gutiérrez, Nanon Morsink, Lola Guerrera o Paula Valdeón, y Aixa Portero forma parte de esa selección. En esta exposición más de la mitad de las piezas fueron obras nuevas creadas expresamente para esta exposición, junto a obras ya reconocidas que han estado en museos internacionales de arte contemporáneo. En palabras de la propia Portero: “El canto del árbol nace de una fragilidad sostenida, de ese hilo-raíz cuya urdimbre es la poética de un instante en el que anida el canto a la vida. Las plumas pueden ser cuna de un sueño hipnótico, un regazo de Hipno, cercano a la muerte de Tánatos, su hermano gemelo; o pueden ser alas vencedoras, como las de Niké, la diosa de la Victoria. Alas que también tejen los nidos de un vuelo al que cantan. La crisálida detiene el instante: es presente, es urna-incubadora refugio del neonato. Pero es un nido polisémico: es continente, es contenido. Del árbol brota música en su pecho, nacen plumas de raíces-ramas inertes, germina savia de la crisálida muerta, emana la vida desde la piedra, los medios naturales se invierten, y el vacío se transforma en un generador creativo. Es un canto que nos acerca al ser humano desde las emociones que nos unen a la vida, y hacen que resistamos. Y la verdad emerge, es Alétheia. El bulbo-origen abandona su estado velado ante la luz y sus raíces profundas se metamorfosean en ramas. Se detiene ese instante de fragilidad punzante para su reconstrucción lírica, emana la hoja-pluma, el pájaro-raíz o la piedra-rama. Lo oculto pasa del ser al no ser, es Poiesis. Brota el yo consciente, que es un tú y un nosotros: Es poesía, es naturaleza. La dualidad nace de una unidad diversa en la que no existe el estado estático. El universo se entiende como una unidad armoniosa donde el todo se transforma en un “aquí-ahora”, como cada célula de nuestro propio origen. Es el canto gozoso a la razón poética, a la música que aflora con fuerza desde el latido hilvanado más ínfimo, es el sonido de las alas de la Victoria”.