Efecto de las terapias complementarias en pacientes con linfoma
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Vargas Román, KeylaEditorial
Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en Medicina Clínica y Salud PúblicaFecha
2023Fecha lectura
2023-02-24Referencia bibliográfica
Vargas Román, Keyla. Efecto de las terapias complementarias en pacientes con linfoma. Granada: Universidad de Granada, 2023. [https://hdl.handle.net/10481/80683]
Patrocinador
Tesis Univ. Granada.; Fundación para la Investigación biosanitaria de Andalucía Oriental- Alejandro Otero (FIBAO); (PI-0540-2017); Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (PP2017-PIP07); Universidad de Granada, Plan Propio de Investigación 2015, PROY-PP-2015-07Resumen
El linfoma no Hodgkin tuvo 544.352 casos
nuevos en todo el mundo en 2020 en ambos
géneros según la organización mundial de la
salud en la categoría de mundial cánceres
hemáticos. Ocupa la undécima posición
entre otros tipos de cáncer en 2020. En
cuanto a su tasa de mortalidad, el cáncer de
linfoma no Hodgkin tuvo 259 793 casos en
2020 en ambos géneros en todo el mundo.
En España, en 2020, el linfoma no Hodgkin
dentro de los cánceres de la sangre, fue uno
de los más alto diagnosticado, ubicándose
entre los nueve primeros puestos. El número
estimado de casos en España en 2020 fue de
66.733. La mortalidad por este tumor se ha
reducido desde finales de la década de 1990,
a una tasa del 3% menos de mortalidad cada
año, mostrando un claro avance en la
eficiencia de tratamientos.
Los tratamientos médicos convencionales
para el linfoma no Hodgkin son la
quimioterapia y trasplantes de médula ósea
o células madre. Estas terapias pueden tener
altas consecuencias adversas como la
ansiedad, la depresión, la pérdida de la salud
física y un alto riesgo de insuficiencia
cardíaca; estas dificultades conducen a un
deterioro de la calidad de vida.
La prevención es necesaria para evitar
posibles riesgos en el desarrollo del cáncer
en general, incluyendo una buena dieta,
ejercicio y buena calidad de sueño. Sin
embargo, aquellos pacientes que ya están
diagnosticados necesitan una estrategia de
tratamiento para mitigar los síntomas de su
cáncer o su tratamiento.
El nuevo concepto de “Oncología
Integrativa”, que utiliza las terapias
complementarias junto a los tratamientos
convencionales oncológicos para controlar
los síntomas asociados al cáncer, está
ampliamente aceptado en todo el mundo.
Prueba de ello es la aparición de hospitales
que basan sus intervenciones en este
modelo o la inclusión de estas terapias en
diferentes guías clínicas consensuadas por
expertos de Asociaciones Oncológicas o
Colegios Médicos para tratar síntomas
relacionados con el cáncer.
Por lo tanto, los objetivos de la presente
Tesis Doctoral Internacional fueron i)
comparar, mediante el control de variables
de confusión, la HRV de los sobrevivientes de
linfoma después de su primer año de tratamiento finalización con las de sujetos
sanos (estudio I). ii) analizar la prevalencia
de ansiedad entre pacientes con linfoma de
Hodgkin y no Hodgkin; inspeccionar los
métodos de recolección de datos, la
frecuencia de las intervenciones, los tipos de
instrumentos utilizados para reconocer la
ansiedad en los pacientes y el propósito de
la recolección de datos, tanto en
sobrevivientes como en pacientes que están
en tratamiento y con diagnóstico de linfoma
de Hodgkin y linfoma no Hodgkin (estudio
II). iii) detectar los efectos de un programa
de Qigong presencial de ocho semanas de 60
min sobre parámetros psicológicos y la
actividad del nervio vago con respecto al
linfoma no Hodgkin, y comparar los
resultados con un grupo control que no
participó en el programa (estudio III).
Los resultados de esta Tesis Doctoral
Internacional aportan evidencia científica
que apoyan el uso de las terapias
complementarias como herramienta de
apoyo al tratamiento oncológico tradicional
con respecto a los pacientes con linfoma.
Que ayudan con la mejora de la ansiedad y
desbalance cardiovascular provocado por los
tratamientos oncológicos y su estado de
salud al momento del diagnóstico. Por
último, estos resultados aportan al
conocimiento de posibles nuevas formas de
ayudar al paciente en su diagnóstico,
planteando así la necesidad de incluir dichas
terapias complementarias como parte de su
rehabilitación oncológica. Non-Hodgkin lymphoma had 544.352 new
cases worldwide in 2020 in both genders
according to the world health organization in
the category of global blood cancers. It ranks
11th among other cancers in 2020. In terms
of its death rate, non-Hodgkin's lymphoma
cancer had 259.793 cases in 2020 in both
genders worldwide.
In Spain, in 2020, non-Hodgkin's lymphoma
within blood cancers was one of the highest
diagnosed, ranking among the top nine
positions. The estimated number of cases in
Spain in 2020 was 66.733. Mortality from
this tumor has been reduced since the end
of the 1990s, at a rate of 3% less mortality
each year, showing a clear advance in the
efficiency of treatments.
Conventional medical treatments for non-
Hodgkin's lymphoma are chemotherapy and
bone marrow or stem cell transplants. These
therapies can have adverse consequences
such as anxiety, depression, loss of physical
health, and a high risk of heart failure; these
difficulties lead to a deterioration of the
quality of life.
Prevention is necessary to avoid possible
risks in the development of cancer in
general, including a good diet, exercise and
good quality of sleep. However, those
patients who are already diagnosed need a
treatment strategy to minimize the
symptoms of their cancer or its treatment.
The new concept of "Integrative Oncology",
which uses complementary therapies
together with conventional cancer
treatments to control symptoms associated
with cancer, is widely accepted throughout
the world. Proof of this is the appearance of
hospitals that base their outbreaks on this
model or the inclusion of these therapies in
different clinical guidelines agreed by
experts from Oncology Associations or
Medical Colleges to treat symptoms related
to cancer.
Therefore, the objectives of this
International Doctoral Thesis were i) to
compare, by controlling for confounding
variables, the HRV of lymphoma survivors
after their first year of final treatment with
that of healthy subjects (study I). ii) to
analyze the prevalence of anxiety among
patients with Hodgkin's and non-Hodgkin's
lymphoma; inspect the methods of data
collection, the frequency of interventions,
the types of instruments used to recognize
anxiety in patients and the purpose of data collection, both in survivors and in patients
who are in treatment and diagnosed with
lymphoma Hodgkin's and non-Hodgkin's
lymphoma (study II). iii) to detect the effects
of an eight-week, 60-minute face-to-face
Qigong program on psychological
parameters and vagus nerve activity with
respect to non-Hodgkin's lymphoma, and
compare the results with a control group
that did not participate in the program
(study III).
The results of this International Doctoral
Thesis provide scientific evidence that
supports the use of complementary
therapies as a support tool for traditional
cancer treatment with respect to patients
with lymphoma. That helps with the
improvement of anxiety and cardiovascular
imbalance caused by cancer treatments and
their state of health at the time of diagnosis.
Finally, these results contribute to the
knowledge of possible new ways to help the
patient in their diagnosis, thus raising the
need to include these complementary
therapies as part of their oncological
rehabilitation.