Effects of moderate alcohol consumption in response to a high-intensity interval training in healthy adults. The BEER-HIIT study
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Molina Hidalgo, CristinaEditorial
Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en PsicologíaMateria
Moderate alcohol consumption High intensity interval training Adults BEER-HIIT study Consumo moderado de alcohol Entrenamiento de alta intensidad Adultos Estudio BEER-HIIT
Fecha
2021Fecha lectura
2021-06-07Referencia bibliográfica
Molina Hidalgo, Cristina. Effects of moderate alcohol consumption in response to a high-intensity interval training in healthy adults. The BEER-HIIT study. Granada: Universidad de Granada, 2021. [http://hdl.handle.net/10481/69113]
Patrocinador
Tesis Univ. Granada.; Centro de Información Cerveza y Salud (CICS, Madrid, Spain)Resumen
Physical activity is an integral part of a healthy lifestyle and physical exercise is an excellent tool to
preserve health, enhance well-being, and improve physical and mental performance. For that, the
most effective physical exercises are those leading to improvements in physical fitness and,
consequently, are part of a structured training program. High intensity interval training (HIIT) is a
novel form of training particularly effective and efficient since it allows achieving results with less time
investment. HIIT leads to improvements in body composition, reducing body fat levels, increasing fat
free mass, and bone mineral content. HIIT also elicits improvements in aerobic capacity, resistance,
and muscle strength. Indeed, physical activity enhances cognitive function including better processing
speed, attention, and memory, also it shows positive associations with self-perceptions, self-esteem,
and mental well-being in young adults. Recent studies have reported the positive effects of HIIT on
cognitive function, however contradictory results have been found related to performance on the
executive function tasks. Although gender differences are obvious in physical and metabolic
mechanisms concerning exercise, this issue has not generally received much attention, and data
derived from men should not be directly applicable to women.
Although the multiple and negative effects of high intakes of alcohol have been widely studied and
demonstrated, the effect of moderate alcohol doses after exercise is not clear and it is currently
under debate. Some studies indicate that post-exercise alcohol intake may have detrimental effect on
muscle recovery. Others investigations have suggested that beer consumption could be associated
with increased waist circumference. Further, some research has showed that alcohol containing
beverages may decrease performance, specifically affecting reaction time, fine motor control, levels
of arousal, and judgement. However, we can find contradictory and inconclusive results.
The main aims of this International Doctoral Thesis are to evaluate the combined effects of a highly
demanding training program and moderate alcohol/beer consumption on physical performance (i.e.
body composition and cardiorespiratory fitness and muscular strength (Section 1), on cognitive
performance (Section 2), and on psychosocial parameters and mood state (Section 3).
The present results show that 10 weeks of HIIT did not influence body weight, but significantly
decreased fat mass and fat mass percentage while increasing lean mass. These positive effects were
not affected by the concomitant regular intake of beer, or its alcohol equivalent, in moderate
amounts (Study 1). Additionally, our 10-week HIIT program improved cardiorespiratory fitness and
hand grip strength, while no influence determined by the concurrent daily intake of beer or ethanol in
moderate amount was observed (Study 2). Although improvements were found in reaction time (Study
3) and cognitive function (Study 4) we cannot conclude that those benefits were elicited by our HIIT
intervention. Interestingly, moderate alcohol consumption did not negatively influence those beneficial
adaptations on cognition. Finally, a 10-week HIIT program improved overall psychosocial parameters
and mood adaptations in healthy young adults (Study 5). Also, those benefits were not affected by
moderate alcohol consumption. Collectively, the results from the present International doctoral Thesis enhance our understanding of
the effects of a highly demanding training program on several physical variables, such as body
composition and physical fitness, and psychosocial parameters. However, inconclusive results were
found regarding to the effects of a high intensity training on cognitive performance in healthy young
adults. Moreover, it provides novel information regarding to the role of moderate beer or ethanol
consumption while training in healthy young adults. La actividad física es parte integral de un estilo de vida saludable y el ejercicio físico es una
excelente herramienta para preservar la salud, mejorar el bienestar y aumentar el rendimiento físico
y mental. En este sentido, los ejercicios físicos más efectivos son aquellos que conducen a mejoras en
la condición física y, en consecuencia, forman parte de un programa de entrenamiento estructurado.
El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) es una novedosa forma de entrenamiento
particularmente eficaz y eficiente ya que permite lograr resultados con una menor inversión de
tiempo. El HIIT determina mejoras en la composición corporal, reduciendo los niveles de grasa
corporal, aumentando la masa magra, así como el contenido mineral óseo. El HIIT también provoca
mejoras en la capacidad aeróbica, la resistencia y la fuerza muscular. Por otra parte, la actividad
física mejora la función cognitiva, lo que incluye una mejor velocidad de procesamiento, atención y
memoria. En adultos jóvenes, también se ha demostrado la existencia de una relación positiva entre
el nivel de actividad física y la autopercepción, la autoestima y el bienestar mental. Estudios
recientes también han puesto de manifiesto los efectos positivos del HIIT sobre la función cognitiva, sin
embargo, los resultados contradictorios en lo relacionado con el desempeño en las tareas de la
función ejecutiva. Aunque las diferencias de género son obvias en los mecanismos físicos y
metabólicos relacionados con el ejercicio, este tema generalmente no ha recibido adecuada atención
y los datos derivados de hombres no deberían ser directamente aplicables a mujeres.
Aunque los múltiples y negativos efectos de la ingesta elevada de alcohol se han estudiado y
demostrado ampliamente, el efecto de dosis moderadas de alcohol, en particular después de
realizar ejercicio, no está claro y es objeto de debate. Algunos estudios indican que la ingesta de
alcohol después del ejercicio puede tener un efecto perjudicial sobre la recuperación muscular. Otras
investigaciones han sugerido que el consumo de cerveza podría estar asociado con una mayor
acumulación de grasa abdominal. Por otro lado, algunas investigaciones han demostrado que las
bebidas que contienen alcohol pueden disminuir el rendimiento, afectando específicamente el tiempo
de reacción, el control motor fino, los niveles de excitación y el juicio. Sin embargo, los resultados que
muestra la literatura científica son contradictorios y, por tanto, no concluyentes.
Los principales objetivos de la presente Tesis Doctoral Internacional son evaluar los efectos
combinados de un programa de entrenamiento muy exigente y un consumo moderado de alcohol /
cerveza sobre el rendimiento físico (es decir, la composición corporal y la aptitud cardiorrespiratoria
y la fuerza muscular (Sección 1), sobre el rendimiento cognitivo (Sección 2). y sobre parámetros
psicosociales y el estado de ánimo (Sección 3).
Nuestros resultados muestran que 10 semanas de HIIT no influyeron en el peso corporal, pero
disminuyen significativamente la masa grasa y el porcentaje de masa grasa al tiempo que aumentan
la masa magra. Estos efectos positivos no se vieron afectados por la ingesta habitual y concomitante
de cerveza, o su equivalente en alcohol, siempre en cantidades moderadas (Estudio 1). Además, nuestro programa HIIT de 10 semanas mejoró la capacidad cardiorrespiratoria y la fuerza de
agarre manual, no observándose ningún efecto asociado a la ingesta diaria simultánea de cerveza o
etanol en cantidad moderada (Estudio 2). Por otro lado, aunque se encontraron mejoras en el
tiempo de reacción (Estudio 3) y la función cognitiva (Estudio 4), no podemos concluir que esos
beneficios fueran consecuencia de la intervención con HIIT. Curiosamente, el consumo moderado de
alcohol tampoco influyó negativamente en esas adaptaciones beneficiosas sobre la cognición.
Finalmente, un programa HIIT de 10 semanas mejoró los parámetros psicosociales generales y las
adaptaciones del estado de ánimo en adultos jóvenes sanos (Estudio 5). Además, esos beneficios no
se vieron afectados por el consumo moderado de alcohol.