Efectos del consumo de alcohol en la calidad óptica ocular y el rendimiento visual: impacto en la conducción

Abstract

Uno de los principales problemas de salud a nivel mundial es el consumo de alcohol, responsable de un alto número de muertes cada año y de un deterioro de la calidad de vida de los consumidores y de las personas que les rodean. Los efectos que tiene esta sustancia tóxica en los usuarios abarcan desde su interacción con el sistema nervioso central, hasta la interferencia con otros sistemas del organismo, especialmente el digestivo y el cardiovascular. En este sentido, el alcohol también afecta al sistema visual, que tiene una función esencial en la vida diaria, ya que nos permite recibir información del entorno que nos rodea. De manera general, se sabe que el consumo de alcohol altera ciertas funciones visuales, como el estado vergencial, la agudeza visual (para dosis altas) o la sensibilidad al contraste, aunque para esta última no está claro qué frecuencias espaciales se ven más afectadas, ni para qué niveles de alcoholemia. Otros aspectos, como la difusión luminosa (scattering) intraocular o la calidad óptica ocular, han sido menos estudiados. La función acomodativa, concretamente la dinámica de la acomodación (cambios de enfoque lejos-cerca y cerca-lejos) es especialmente importante para muchas de las tareas que realizamos a diario, como por ejemplo el estudio y la enseñanza, trabajos que requieran continuos cambios entre visión lejana y cercana, la realización de deportes, o la conducción. Sin embargo, hasta hoy no se han estudiado los efectos del alcohol en este aspecto de la función acomodativa en profundidad. Una tarea altamente visual y que en muchas ocasiones se lleva a cabo bajo la influencia del alcohol, es la conducción. Parece haber consenso en que, para dosis altas de alcohol, la habilidad para conducir se ve negativamente afectada; el número de colisiones aumenta en estas condiciones, y la conducción se vuelve más agresiva. Además, se sabe que la visión juega un papel fundamental en la conducción, hasta tal punto que el deterioro visual tiene un impacto en la seguridad al volante. Teniendo en cuenta estos aspectos, esta tesis doctoral se ha centrado en tres experimentos diferentes: en primer lugar, se evaluaron los efectos de una dosis moderada-alta de alcohol en distintas funciones visuales, analizando la influencia del género; en segundo lugar, se estudió el efecto de concentraciones de alcohol altas y bajas en las diferentes variables que caracterizan la dinámica de la acomodación; en tercer lugar, se analizó el efecto del deterioro visual producido por varias dosis de alcohol en la calidad de la conducción, teniendo en cuenta la sensibilidad al contraste y el straylight o velo luminoso que se crea en la retina en condiciones de baja iluminación. Los resultados del primer experimento mostraron que todas las funciones visuales se veían deterioradas tras consumo de alcohol, especialmente para niveles de alcoholemia altos. El deterioro fue mayor en las mujeres, que presentaron un mayor nivel de alcoholemia; sin embargo, el nivel de alcoholemia tiene un impacto significativo en las diferencias observadas entre mujeres y hombres. El segundo experimento, mostró que la dinámica de la acomodación se ve negativamente afectada por la ingesta de alcohol, sobre todo para dosis de alcohol altas. Por último, en el tercer experimento se obtuvo un deterioro de la sensibilidad al contraste y un aumento del velo luminoso, explicando estos resultados una parte de la variabilidad observada en conducción bajo los efectos del alcohol. A la vista de estos resultados, se puede concluir que el consumo de alcohol produce un deterioro del rendimiento visual, especialmente para dosis y concentraciones de alcohol altas. Del mismo modo, las habilidades para conducir se ven negativamente afectadas bajo la influencia del alcohol, debido en parte a los resultados de la sensibilidad al contraste y el velo luminoso en estas condiciones.