Recuerdos de una escalera. Experiencias domésticas desplazadas en la obra de Siza

Abstract

Álvaro Siza crece en el 582 de la calle Roberto Ivens. El devenir de los días en esta casa queda fuertemente impregnado por las escaleras de la misma y su relación con el resto de elementos. En 1979 la escalera de la casa María Margarida ya había dejado de ser un recurso constructivo que únicamente permitía subir y bajar para entrar en el delicado equilibrio en el que el todo y las partes se generan e influyen mutuamente, y en el que los elementos domésticos y cotidianos, al entrar en relación con lo que los rodea, se convierten en algo más que trasciende la mera función que se espera de ellos. Álvaro Siza desplaza estas y otras experiencias domésticas a todos sus proyectos sin importar la escala o programa, y las escaleras de Roberto Ivens y María Margarida, transformadas gracias a nuevos condicionantes, aparecen colonizando espacios públicos, museos o bancos.

Álvaro Siza grows up at 582 Roberto Ivens Street. The evolution of the days in this house is strongly impregnated by the stairs and their relationship with the rest of the elements of the house. The ladder is not a constructive resource that only allows up and down anymore, but it becomes a part of the delicate balance in which the whole and the parts are generated and influenced by each other, and in which the domestic and daily elements, when entering in relationship with what surround them, become something that transcends the mere function that is expected of them. Álvaro Siza displaces these domestic experiences to all his projects regardless of scale or program, and Roberto Ivens and María Margarida’s staircases, transformed by new conditioning factors, appear colonizing public spaces, museums or banks.