dc.description.abstract | Hacer accesible la cultura es uno de los grandes retos que debemos afrontar como
traductores. El arte y la cultura forman parte de la capacidad para crear que nos define como
especie humana, ambos están intrínsecamente ligados a nuestra esencia. Por esta razón, todos
los seres humanos, independientemente de su condición física, deberían poder acceder a sus
múltiples posibilidades. La accesibilidad consiste en asegurar que esto ocurra y, según el
artículo 2.c de la Ley 51/2003, se define como «la condición que deben cumplir los entornos,
procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y
dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en
condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible» (Ley
51/2003 de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las
personas con discapacidad, 2003). Esto implica la adaptación de los productos culturales a las
necesidades específicas de cada individuo, lo cual incluye a las personas con diversidad
funcional. Existen cuatro modalidades principales de traducción con las que utilizar el lenguaje
para facilitar la accesibilidad a personas con diversidad sensorial, por un lado, la
audiodescripción y el braille para las personas con pérdidas de visión total o parcial y, por otro
lado, el lenguaje de signos (ILS) y el subtitulado para sordos (SpS). El presente trabajo trata
sobre esta última modalidad y su implicación en el mundo de los videojuegos | es_ES |