dc.description.abstract | Las enfermedades osteomusculares (EOMs) engloban una serie de patologías
discapacitantes con alta incidencia. En nuestro país entre el 10% y el 40% de la
población general presentan alguna EOM, siendo las más prevalentes la lumbalgia y
la artrosis. Además, son la primera causa de bajas laborales permanentes,
representando un gran coste económico y social.
Uno de los efectos secundarios de las patologías osteomusculares (POM) de mayor
relevancia, por su alta prevalencia en la población, es el dolor. El dolor más frecuente
entre la población española es el dolor osteomuscular, principalmente la lumbalgia y
en segundo lugar la cervicalgia. Con frecuencia el dolor es crónico y afecta en gran
medida a la calidad de vida y a la capacidad para desarrollar las tareas diarias.
Además de los costes directos que implica su tratamiento, conlleva unos costes
indirectos muy elevados en pérdidas de horas de trabajo. En el trabajo de investigación que se presenta, se realizó un estudio en 91 pacientes
seleccionados, mediante un muestreo aleatorio sistemático, entre hombres y
mujeres de 20 a 59 años que asistían a una clínica de rehabilitación por patología osteomuscular. La fase de reclutamiento de candidatos se inició tras la aplicación de
los criterios de selección. El criterio de inclusión fue que presentasen dolor cervical
(cervicalgia), lumbar (lumbalgia) o de rodilla (gonalgia). Los criterios de exclusión
fueron: pacientes menores de 20 años, embarazo, rechazo del paciente a participar
en el estudio, procesos álgicos de origen infeccioso, neoplásico, metástasis,
osteoporosis, artritis inflamatorias o fracturas, deterioro cognitivo de cualquier
etiología, intolerancia al ejercicio o la actividad física, índice de masa corporal mayor
de 35. Tras los resultados obtenidos, se observa que el sexo femenino es el más afectado
por la presencia de lesiones osteomusculares como cervicalgia y lumbalgia. En
general se asocia la patología cervical a trabajos estáticos, con posiciones fijas y
prolongadas y movimientos repetitivos y la patología lumbar a trabajos dinámicos. En general los tres grupos examinados tienen baja adherencia a la dieta mediterránea
(DM), con bajo consumo en frutas, verduras y cereales. El consumo de frutas y verduras garantiza el aporte necesario de vitaminas y minerales, siendo de gran
importancia por su efecto antioxidante (Vitamina C, Carotenos, Magnesio, Zinc, etc).
Además, actualmente se ha observado, que una dieta rica en carbohidratos
complejos es capaz de favorecer la flora intestinal. La microbiota intestinal ejerce un
papel importante en el sistema inmunitario y antiinflamatorio. La degradación de
carbohidratos libera principalmente ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que son
conocidos por sus efectos beneficiosos. Los AGCC parecen inhibir el proceso
inflamatorio actuando sobre los leucocitos, las células endoteliales y algunas
funciones de las células intestinales y citoquinas pro-inflamatorias. Los tres grupos
estudiados, presentan un consumo por debajo de las ingestas diarias recomendadas
(IDR) de vitamina D, asociada al dolor musculo-esquelético y disminución de la masa
ósea y también en el consumo de folato, incidiendo en la mayor susceptibilidad para
el estrés oxidativo, favoreciendo la inflamación, muy relacionada con estas
patologías. | es_ES |