dc.description.abstract | Hoy en día, estamos sufriendo una serie de cambios sociales y
demográficos que están provocando un considerable envejecimiento de la población, lo
cual lleva asociado un incremento de enfermedades como la demencia o Alzheimer. Sin
embargo la demencia no solo afecta a la persona enferma, además tiene un impacto
sobre los familiares. Estos familiares, la mayoría de las veces, adoptan el papel de
cuidadores con todo lo que ello implica: consecuencias a nivel emocional, en la salud, el
trabajo, las relaciones sociales, etc. Esta tarea realizada por los cuidadores, conlleva una
sobrecarga de trabajo, que desempeñan sin una formación específica y sin ningún tipo
de apoyo. La sobrecarga, que el cuidado de una persona con demencia puede suponer,
afecta directamente a la calidad de vida del cuidador principal, y esos problemas
repercuten a su vez en el cuidado de la persona enferma. Los familiares que se dedican
al cuidado de enfermos crónicos, tienen que saber que las enfermedades a las que se
enfrentan, no tienden a una mejoría, sino que la persona continua en la misma situación,
o lo más posible, empeora. Esto hace que el cuidador principal, además de tener que
habituarse a la nueva realidad, se vea obligado a enfrentarse a nuevos cambios y a un
agravamiento progresivo del enfermo. Dada esta problemática, vivida cada vez con más
frecuencia en nuestra sociedad, es de vital importancia disminuir los efectos negativos
que se puedan producir, haciendo uso de la prevención en cuidadores de enfermos con
demencia o Alzheimer. | es_ES |