Conocimiento y competencias básicas en la formación inicial de maestras y maestro
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Universidad de Granada
Materia
Sociedad de la información Conocimiento Competencias Cultura escolar Currículum Formación del profesorado Information society Knowledge Competences School culture Curriculum Initial teacher training
Fecha
2014Referencia bibliográfica
Rodríguez-Martínez, C.; Díez Guitíerrez, E.J. Conocimiento y competencias básicas en la formación inicial de maestras y maestro. Profesorado, 18(1): 383-396 (2014). [http://hdl.handle.net/10481/31684]
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Grupo FORCE (HUM-386). Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada.Resumen
La rapidez de los cambios producidos con la sociedad de la información y los nuevos perfiles de los estudiantes a los que enseñamos demandan nuevos modelos educativos para convertir la sociedad informacional en una sociedad del conocimiento o del aprendizaje. Ello crea un desfase en nuestro
sistema educativo en el que perduran contenidos dogmáticos, inamovibles y descontextualizados, con una enseñanza reproductiva demasiado orientada a recordar y repetir, incompatible con la nueva forma de concebir el conocimiento. La introducción de las competencias en la educación se presentan como una posibilidad de cambio, como una respuesta a las necesidades que debe afrontar la sociedad del conocimiento en el s. XXI, sin que se haya producido un debate curricular en educación y en didáctica. ¿Qué entendemos por competencias?, ¿sirven para afrontar la educación del s. XXI?, ¿qué debe cambiar en el tipo de conocimiento que plantee la escuela? Son algunas de las preguntas a las que intentamos dar respuesta en este ensayo.
Se revisa el término de competencias y algunos problemas que plantean los usos que se están haciendo de las mismas. Esto supone una concepción de la enseñanza que cuestiona el saber enciclopédico que durante mucho tiempo ha planteado la escuela, aunque debamos tener la cautela de que no sirvan para alimentar la burocracia.
Tampoco podemos centrarnos sólo en los procedimientos de adquisición del conocimiento, aceptando la relatividad del mismo, porque ello significaría renunciar al acervo cultural acumulado que nos sitúa como constructores de lo social.
Los nuevos alfabetismos exigen abrir ventanas a la información en las aulas, privilegiar la
participación de los alumnos y alumnas en la construcción del conocimiento, primar la innovación y la creatividad sobre el continuismo, la relación personal sobre la emisión de información, etc. Necesitan preguntas más que respuestas, implicarlos en trabajos útiles, aplicados y con sentido. The speed of changes in information society and our students’ new profiles demand new
educational models in order to change information society into knowledge/learning society. This leads to a serious gap in our educational system where dogmatic, fixed, out-of-context contents stay with a self-reproductive memory/repetition-oriented way of teaching, incompatible with current ideas about what knowledge should be. Applying basic competences in education involve a chance for change, as a way for coping with knowledge-society challenges in the 21st century, but a curricular debate on education and didactics still awaits. What are competences really? Do they serve 21st century education? Which changes must be carried out in school knowledge? We try to answer these questions in this essay.
The concept itself of basic competences is revised here, and the problems arisen by their use. This supposes an education approach calling into question the encyclopedic knowledge type fostered in
school for a long time, though we must be careful not to let the basic skills approach make bureaucratic apparatus grow.
Neither cannot we concentrate on acquisition of-knowledge processes and accept their relativity, as that would mean to renounce the cultural heritage which is central in the construction of society.
Modern illiteracy demand opening classroom windows for information, encouraging students’ participation in the construction of knowledge, making innovation and creativity prevail over continuity policies, personal relationships over information transmission, etc. Students need questions, rather than answers. They need to get involved in useful, meaningful, applicable tasks.