Promenade à Grenade les pieds dans l'eau. Aqua mater et femmes voyageuses
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemFecha
2023Referencia bibliográfica
Montoro Araque, M. (2023) "Promenade à Grenade les pieds dans l'eau. Aqua mater et femmes voyageuses". En: Montoro Araque, M. (éd.) Paysages de l'eau en trompe l'oeil. Pensées-paysages méditerranéennes, Bruxelles, Peter Lang, pp. 109-131. ISBN: 9782875748492
Patrocinador
Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía y FEDER, proyecto I+D PAIDI 2020 P20_00353Resumen
Este capítulo, de autoría única, trata de la percepción de los paisajes del agua granadinos por parte de la primera mujer que se atrevió a atravesar España entre octubre de 1849 y julio de 1850, descendiendo por último hasta Andalucía completamente sola (sin disfrazarse de hombre, como en el caso de Mme de Suberwick; y sin venir acompañada de su marido, como fue el caso de la duquesa D’Abrantès). Este estudio pormenorizado a partir de Promenades en Espagne (1852) o Lettres sur l’Espagne (1859) de J. E. de Brinckmann pone de manifiesto cómo dicha pretendida escritura retrospectiva “emotiva” y “femenina” no es en realidad, sino una reescritura del mito orientalista. O dicho de otra manera, es un ejemplo más de cómo el paisaje se constituye gracias a la “médiance” (Berque), al intercambio y la interacción a la vez material y cultural del hombre con su medio. This chapter, written by a single author, deals with the perception of Granada's water landscapes by the first woman who dared to cross Spain between October 1849 and July 1850, finally descending to Andalusia completely alone (without disguised as a man, as in the case of Mme de Suberwick; and without being accompanied by her husband, as was the case with the Duchess D’Abrantès). This detailed study, based on J. E. de Brinckmann's *Promenades en Espagne* (1852) and *Lettres sur l’Espagne* (1859), reveals how this supposedly retrospective, “emotional” and “feminine” writing is, in reality, nothing more than a rewriting of the Orientalist myth. Or, to put it another way, it is yet another example of how landscape is constituted through “médiance” (Berque), through the exchange and interaction—both material and cultural—between humankind and its environment.





