Influencia de la dieta mediterránea y sus componentes sobre marcadores de riesgo cardiometabólico e incidencia de enfermedad cardiovascular en una muestra representativa de adultos extremeños. El estudio Hermex
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Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en Nutrición y Ciencias de los AlimentosMateria
Dieta Mediterránea Actividad física Riesgo cardiometabólico Mediterranean Diet Physical activity Cardiometabolic risk
Fecha
2025Fecha lectura
2025-05-29Referencia bibliográfica
Morán Fagúndez, Luis Juan. Influencia de la dieta mediterránea y sus componentes sobre marcadores de riesgo cardiometabólico e incidencia de enfermedad cardiovascular en una muestra representativa de adultos extremeños. El estudio Hermex. Granada: Universidad de Granada, 2025. [https://hdl.handle.net/10481/105523]
Patrocinador
Tesis Univ. Granada.; Projects PI-071218, EMER-07/046 and INT-07/28, 09/030 from Instituto de Salud Carlos III; Spanish Ministry of Education, Culture and Sport (FPU17/03715)Resumen
Introducción:
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de mortalidad a nivel
mundial, y su impacto en regiones como Extremadura resulta particularmente
preocupante debido a una elevada prevalencia de factores de riesgo
cardiometabólico, como obesidad, sedentarismo y cambios en los patrones
alimentarios. Este estudio se centra en la evaluación de la influencia de la adherencia
a la Dieta Mediterránea (DM) y los niveles de actividad física (AF) en la mejora de
los marcadores de riesgo cardiometabólico y la incidencia de ECV en una población
representativa de adultos extremeños. La DM, ampliamente reconocida por sus
beneficios para la salud, y la AF, como modulador del riesgo metabólico, son
elementos clave en el diseño de estrategias preventivas y terapéuticas.
Objetivos:
El objetivo principal de este estudio fue analizar cómo la adherencia a la DM y el
gasto energético derivado de la AF influyen en los marcadores de riesgo
cardiometabólico y la incidencia de ECV, considerando las diferencias entre
poblaciones rurales y urbanas y por sexos. Se planteó como objetivos específicos:
1. Caracterizar los patrones dietéticos y el grado de adherencia a la DM en
adultos extremeños.
2. Examinar la relación entre los niveles de AF y los marcadores de riesgo
cardiometabólico explorados.
3. Identificar diferencias en los perfiles de riesgo entre áreas rurales y urbanas
según factores sociodemográficos y de estilo de vida. 4. Determinar asociaciones entre la adherencia a la DM, la AF y la incidencia
de ECV, ajustando por variables como obesidad y distribución del tejido
adiposo.
Metodología:
Este estudio observacional, transversal y analítico, incluyó a 2,824 participantes de
entre 25 y 79 años, seleccionados mediante muestreo aleatorio simple, asegurando
representatividad entre áreas rurales y urbanas. La recopilación de datos incluyó
variables sociodemográficas, antropométricas, bioquímicas, dietéticas y de AF,
obtenidas mediante cuestionarios validados como el Cuestionario de Frecuencia de
Consumo de Alimentos y el Minnesota Leisure Time Physical Activity
Questionnaire. La adherencia a la DM se evaluó con el Mediterranean Diet Score
(MDS), mientras que los marcadores de riesgo cardiometabólico incluyeron
circunferencia de cintura, perfil lipídico, presión arterial y niveles de glucosa. Los
análisis estadísticos incluyeron modelos multivar iados para evaluar asociaciones y
diferencias significativas entre subgrupos.
Resultados:
Los resultados mostraron que el 59% de los participantes tenía una alta adherencia
a la DM, mientras que el 41% presentó niveles medios o bajos, lo que destaca la
necesidad de promover una alimentación más alineada con los principios de este
patrón dietético. Una mayor adherencia a la DM y niveles elevados de AF se
asociaron con un perfil cardiometabólico más saludable, incluyendo niveles más
altos de colesterol HDL, menor circunferencia de cintura y presión arterial más baja.
No obstante, los participantes con sobrepeso y obesidad continuaron mostrando un
mayor riesgo cardiometabólico, evidenciando la necesidad de intervenciones más
integrales en estos grupos. Otro de los hallazgos más relevantes fue la mayor
influencia del gasto energético con respecto a la dieta en cuanto al riesgo cardiometabólico. También se encontraron disparidades entre áreas rurales y
urbanas: los participantes de zonas rurales tenían menor acceso a alimentos
procesados, pero mostraron niveles de sedentarismo más elevados; por otro lado, los
participantes urbanos presentaron una dieta más occidentalizada, aunque con mayor
acceso a recursos educativos y de salud.
Conclusiones:
1. Una mayor adherencia a la DM se asocia con mejor salud cardiometabólica,
pero el 41% de los participantes mostró baja adherencia, destacando la
necesidad de promoción en hábitos de dieta saludable.
2. La AF mejora los marcadores de riesgo cardiometabólico, pero el
sedentarismo sigue siendo un problema, requiriendo intervenciones
específicas.
3. Existen diferencias entre zonas rurales y urbanas: los rurales son más
sedentarios, mientras que los urbanos tienen dietas más occidentalizadas, lo
que exige estrategias diferenciadas.
4. La combinación de DM y AF reduce el riesgo de ECV, pero en personas con
obesidad persiste un alto riesgo, necesitando un enfoque integral. Introduction:
Cardiovascular disease (CVD) is one of the leading causes of mortality worldwide,
with a particularly concerning impact in regions like Extremadura due to the high
prevalence of cardiometabolic risk factors, such as obesity, sedentary lifestyles, and
changing dietary patterns. This study focuses on evaluating the influence of
adherence to the Mediterranean Diet (MD) and physical activity levels on improving
cardiometabolic risk markers and the incidence of CVD in a representative
population of adults from Extremadura. The MD, widely recognized for its health
benefits, and physical activity, as a modulator of metabolic risk, are key elements in
designing preventive and therapeutic strategies.
Objective:
The main objective of this study was to analyze how adherence to the MD and energy
expenditure derived from physical activity influence cardiometabolic risk markers
and the incidence of CVD, considering the differences between rural and urban
populations. The specific objectives were:
1. To characterize dietary patterns and the degree of adherence to the MD in adults
from Extremadura.
2. To examine the relationship between physical activity levels and cardiometabolic
risk markers.
3. To identify differences in risk profiles between rural and urban areas according
to sociodemographic and lifestyle factors. 4. To determine associations between adherence to the MD, physical activity and the
incidence of CVD, adjusting for variables such as obesity and adipose tissue
distribution.
Methodology:
This observational, cross-sectional, and analytical study included 2,824 participants
aged 25 to 79 years, selected through stratified random sampling to ensure
representation of rural and urban areas. Data collection included sociodemographic,
anthropometric, biochemical, dietary, and physical activity variables, obtained using
validated questionnaires such as the Food Frequency Questionnaire and the
Minnesota Leisure Time Physical Activity Questionnaire. Adherence to the MD was
assessed using the Mediterranean Diet Score (MDS), while cardiometabolic risk
markers included waist circumference, lipid profile, blood pressure, and glucose
levels. Statistical analyses included multivariate models to evaluate associations and
significant differences between subgroups.
Results:
The results showed that 59% of participants had high adherence to the MD, while
41% demonstrated moderate or low adherence, highlighting the need to promote
diets more aligned with the principles of this dietary pattern. Higher adherence to
the MD and increased levels of physical activity were associated with healthier
cardiometabolic profiles, including higher HDL cholesterol levels, lower waist
circumference, and lower blood pressure. However, participants who were
overweight or obese continued to show greater cardiometabolic risk, underscoring
the need for more comprehensive interventions in these groups. Disparities were also
found between rural and urban areas: rural participants had less access to processed
foods but showed higher levels of sedentary behavior, whereas urban participants exhibited a more Westernized diet but had greater access to educational and
healthcare resources.
Conclusions:
1. Greater adherence to DM is associated with better cardiometabolic health, but
41% of participants showed low adherence, highlighting the need for nutritional
promotion.
2. Physical activity improves cardiometabolic risk markers, but sedentary lifestyle
remains a problem, requiring specific interventions.
3. There are differences between rural and urban areas: rural areas are more
sedentary, while urban areas have more Westernized diets, requiring differentiated
strategies.
4. The combination of DM and physical activity reduces the risk of CVD, but in
people with obesity a high risk persists, requiring a comprehensive.