Desarrollo de nuevos bioestimulantes agrícolas, a partir de la combinación de microorganismos y extractos vegetales, contra el estrés abiótico en cultivos de cereales y leguminosas
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Peñas de la Corte, MaríaEditorial
Universidad de Granada
Departamento
Universidad de Granada. Programa de Doctorado en Biología Fundamental y de SistemasFecha
2025Fecha lectura
2025-04-24Referencia bibliográfica
Peñas de la Corte, María. Desarrollo de nuevos bioestimulantes agrícolas, a partir de la combinación de microorganismos y extractos vegetales, contra el estrés abiótico en cultivos de cereales y leguminosas. Granada: Universidad de Granada, 2025. [https://hdl.handle.net/10481/104868]
Patrocinador
Tesis Univ. Granada.; Programa de Doctorados Industriales (Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, DIN2019-010903); Grupo RNM-270 de Microbiología Ambiental de la Universidad de GranadaResumen
Los cultivos de cereales y de leguminosas han sido, históricamente, esenciales
para la alimentación humana y el desarrollo socio-económico. Sin embargo, en los
últimos años, estos cultivos se han enfrentado a diversos retos debido principalmente
a los cambios en las políticas agrarias, fluctuaciones en las demandas del mercado y
consecuencias del cambio climático. En un contexto donde la seguridad alimentaria
es una preocupación global debido al crecimiento poblacional y al impacto del cambio
climático en la producción agrícola, se buscan alternativas sostenibles para mejorar
el rendimiento de los cultivos sin depender excesivamente de fertilizantes de síntesis
química y otros productos agrícolas convencionales. Los bioestimulantes se presentan
como una herramienta alternativa sostenible, que pueden incluir microorganismos
beneficiosos y/o extractos vegetales que mejoran la fisiología y el desarrollo de los
cultivos. Este trabajo de investigación se centra en el desarrollo y evaluación de
bioestimulantes microbianos y vegetales, y su combinación, para mejorar la
productividad agrícola y la resistencia de los cultivos al estrés abiótico.
Se realizaron ensayos en condiciones controladas y pruebas en campo. En
primer lugar, se seleccionó Bacillus velezensis A6, entre varias cepas bacterianas,
depositadas en colecciones internacionales; por su capacidad de esporulación, su
estabilidad, su resistencia a condiciones extremas y su poder bioestimulante.
Asimismo, se analizaron diversos bioestimulantes a base de extractos vegetales,
mediante técnicas cromatográficas para caracterizar su perfil fitoquímico, entre los
que destacaron compuestos bioactivos como polifenoles y fitohormonas, en particular
en el bioestimulante 377/21. En paralelo, se detectaron y aislaron bacterias tras una
caracterización microbiológica de los bioestimulantes vegetales, entre las que
destacaron Priestia megaterium, Bacillus altitudinis, Microbacterium hominis y
Staphylococcus warneri por su capacidad de solubilización de fósforo, producción de
ácido indolacético y sideróforos.
La combinación de B. velezensis A6 con los bioestimulantes a base de
extractos vegetales, mostró interacciones sinérgicas y antagónicas en términos de
crecimiento y viabilidad. Se observó que algunos favorecieron el crecimiento de B.
velezensis A6, mientras que otros limitaron su supervivencia, siendo el
bioestimulante 377/21 el que presentó mayor estabilidad microbiana. De la
combinación entre los aislados bacterianos y 377/21, M. hominis mostró un
crecimiento representativo que podría alterar la composición del bioestimulante
vegetal, mientras que P. megaterium mostró mayor neutralidad. Estos resultados
destacan la importancia de optimizar las combinaciones para garantizar su eficacia y
estabilidad a largo plazo.
En los ensayos en condiciones controladas, se estudiaron tanto los
bioestimulantes microbianos como los vegetales en cultivos modelo de hortícolas,
sometidos a estrés hídrico. Se tomaron datos de indicadores fisiológicos como la
acumulación de peróxido de hidrógeno, la cuantificación de pigmentos fotosintéticos,
biomasa total y los parámetros agronómicos de las plantas tratadas. Los resultados
mostraron que la aplicación de B. velezensis A6 mejoró significativamente la
tolerancia al estrés hídrico en comparación con las cepas aisladas, mientras que el
bioestimulante vegetal 377/21 mostró la mayor capacidad de retirar especies
reactivas oxígeno del tejido vegetal y un efecto positivo en la recuperación del
metabolismo vegetal.
La combinación de ambos bioestimulantes se evaluó en condiciones de sequía
en garbanzo, como cultivo representativo de leguminosas, resultando una solución
beneficiosa. La aplicación combinada, incrementó el crecimiento de las plantas,
mostró un mejor contenido hídrico relativo en los tejidos vegetales y una menor pérdida de agua en comparación con el testigo no tratado, mitigando los efectos de
la sequía y mejorando la resistencia de las plantas frente al estrés abiótico.
Las pruebas en campo se realizaron en cultivos de maíz y trigo para evaluar
la efectividad de los bioestimulantes en condiciones reales. En el maíz, la combinación
de B. velezensis A6 y 377/21 aumentó el peso de la mazorca, el rendimiento total
del cultivo y mejoró el perfil nutricional de las hojas. Además, se observó una
reducción en la presencia de fumonisinas en los granos, lo que implica beneficios
adicionales en términos de seguridad alimentaria. En el trigo, el mismo tratamiento
combinado, mejoró el contenido nutricional de los granos y el rendimiento del cultivo,
lo que confirma su potencial para optimizar la producción agrícola sin necesidad de
aumentar la fertilización convencional.
Los resultados del estudio demuestran que el uso de bioestimulantes
microbianos y vegetales representa una estrategia efectiva para mejorar el
crecimiento de los cultivos y aumentar su resistencia a condiciones adversas. La cepa
B. velezensis A6 destacó por su capacidad de para formar esporas de resistencia, lo
que le otorga ventajas en términos de estabilidad y almacenamiento, mientras que
el bioestimulante vegetal 377/21 aporta un perfil fitoquímico que potencia la
respuesta de las plantas al estrés ambiental. La combinación de estos
bioestimulantes no solo mejora la producción agrícola, sino que también ofrece una
alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente frente a los métodos
tradicionales de fertilización.
Dado el éxito de los ensayos tanto en condiciones controladas como en campo,
la combinación de estos bioestimulantes tiene un alto potencial para su
comercialización y aplicación a gran escala. Sin embargo, se recomienda continuar
con estudios adicionales para optimizar las formulaciones, evaluar su eficacia en
distintos tipos de suelo y condiciones climáticas, y asegurar su compatibilidad con
otros insumos agrícolas. El desarrollo de soluciones bioestimulantes basadas en la
combinación de microorganismos y extractos vegetales representa un paso
importante hacia una agricultura más sostenible, capaz de responder a los desafíos
actuales de productividad, seguridad alimentaria y cambio climático Cereal and legume crops have historically been essential for human nutrition
and socio-economic development. However, in recent years, these crops have faced
various challenges primarily due to changes in agricultural policies, market demand
fluctuations and the consequences of climate change.
In a context where food security is a global concern due to population growth
and the impact of climate change on agricultural production, sustainable alternatives
are being sought to improve crop yields without relying excessively on synthetic
fertilizers and other conventional agricultural products. Biostimulants emerge as a
sustainable alternative tool, including beneficial microorganisms and/or plant extracts
that enhance crop physiology and development. This research focuses on the
development and evaluation of microbial and plant-based biostimulants, as well as
their combination, to improve agricultural productivity and crop resilience to abiotic
stress.
Trials were conducted under controlled conditions and in field tests. First,
Bacillus velezensis A6 was selected among several deposited bacteria strains, in
international institutions, due to its sporulation capacity, stability, resistance to
extreme conditions and biostimulant properties. Additionally, various plant-based
biostimulants were analyzed using chromatographic techniques to characterize their
phytochemical profile. Bioactive compounds such as polyphenols and phytohormones
were particularly notable, especially in biostimulant 377/21. In parallel, bacteria were
detected and isolated following a microbiological characterization of the plant-based
biostimulants. Among them, Priestia megaterium, Bacillus altitudinis, Microbacterium
hominis and Staphylococcus warneri stood out for their ability to solubilize
phosphorus, produce indole-3-acetic acid and synthesize siderophores.
The combination of Bacillus velezensis A6 with plant extract-based
biostimulants exhibited both synergistic and antagonistic interactions in terms of
growth and viability. Some biostimulants promoted the growth of B. velezensis A6,
while others limited its survival, with biostimulant 377/21 showing the highest
microbial stability. Among the combinations of bacterial isolates and 377/21,
Microbacterium hominis exhibited significant growth, which could alter the
composition of the plant-based biostimulant, whereas Priestia megaterium showed
greater neutrality. These results highlight the importance of optimizing combinations
to ensure their long-term efficacy and stability.
In controlled-condition trials, both microbial and plant-based biostimulants
were studied in model horticultural crops subjected to water stress. Physiological
indicators such as hydrogen peroxide accumulation, quantification of photosynthetic
pigments, total biomass and agronomic parameters of treated plants were recorded.
The results showed that the application of Bacillus velezensis A6 significantly
improved tolerance to water stress compared to the isolated strains, while the plantbased
biostimulant 377/21 demonstrated the highest ability to remove reactive
oxygen species from plant tissue and had a positive effect on plant metabolism
recovery.
The combination of both biostimulants was evaluated under drought
conditions in chickpea (Cicer arietinum), as a representative legume crop, resulting
in a beneficial solution. The combined application enhanced plant growth, improved
relative water content in plant tissues and reduced water loss compared to the
untreated control, mitigating the effects of drought and increasing plant resistance
against abiotic stress. Field trials were conducted in maize and wheat crops to evaluate the
effectiveness of the biostimulants under real conditions. In maize, the combination
of Bacillus velezensis A6 and 377/21 increased cob weight, overall crop yield and
improved the nutritional profile of the leaves. Additionally, a reduction in fumonisin
presence in the grains was observed, providing further benefits in terms of food
safety. In wheat, the same combined treatment enhanced the nutritional content of
the grains and increased crop yield, confirming its potential to optimize agricultural
production without the need to increase conventional fertilization.
The study results demonstrate that the use of microbial and plant-based
biostimulants is an effective strategy to enhance crop growth and increase their
resilience to adverse conditions. The Bacillus velezensis A6 strain stood out for its
ability to form resistant spores, providing advantages in terms of stability and
storage, while the plant-based biostimulant 377/21 contributed a phytochemical
profile that enhances plant responses to environmental stress. The combination of
these biostimulants not only improves agricultural production but also offers a more
sustainable and environmentally friendly alternative to traditional fertilization
methods.
Given the success of the trials under both controlled and field conditions, the
combination of these biostimulants has high potential for commercialization and
large-scale application. However, further studies are recommended to optimize
formulations, evaluate their efficacy across different soil types and climatic conditions
and ensure their compatibility with other agricultural inputs. The development of
biostimulant solutions based on the combination of microorganisms and plant
extracts represents a significant step toward more sustainable agriculture, capable
of addressing current challenges related to productivity, food security and climate
change.





