En el tema anterior hemos dicho que el respeto a sí misma y a las demás personas se valora como clave de una vida sexual buena que permita la realización personal y social de una manera saludable.
El respeto a la propia persona y a la persona del otro como clave de la vida sexual ha quedado bien ratificado con un 80,6% en la posición muy de acuerdo y un 16,4% de acuerdo.
En este tema nos detenemos en algunos aspectos de la riqueza humana que se muestra en la diversidad sexual, desde el punto de vista a la persona. Se trata de un tema muy amplio y también controvertido en algunos aspectos que tocan cuestiones de límites, fundamentalmente culturales, como el asunto de la variación o desviación sexual, cuya clave sigue estando en el respeto aunque sea difícil de articular tanto de manera teórica como práctica.
Nos centramos en dos realidades inmediatas: las personas que tienen alguna discapacidad y las personas en su orientación sexual. Aquí también hay cuestiones de límites y cuestiones controvertidas. No nos centramos en ellas, aunque tampoco las evitamos: lo que pretendemos, con Kant y los participantes en nuestro estudio, es establecer el respeto como punto de partida inexorable en nuestro acercamiento a la diversidad sexual, centrada ahora en estas dos realidades personales, que finalmente es diversidad personal y riqueza humana.
¿Estas de acuerdo con que en el respeto está la clave? ¿Adviertes ese respeto en la realidad que te rodea?
Otro tema de mucho respeto: abuso sexual de menores (flash).
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