Tema 1
Persona y sexualidad: sed de piel
1.4. Una realidad sexual
La sexualidad constituye la dimensión fundamental de la persona humana: se manifiesta como todo nuestro mundo de relaciones personales, en el que nos vamos haciendo como personas. Esto es lo que hemos dicho hasta ahora.
En este momento conviene que tengamos en cuenta la descripción de la sexualidad que se muestra en un documento que comenzó su andadura en 1974 y ve la luz en Guatemala en el año 2000: Promoción de la salud sexual. Propuestas para la acción.
Este documento está respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (PHAO) y la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS). Estas son sus indicaciones sobre la sexualidad.
El término ‘sexualidad’ se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano. Basada en el sexo, incluye el género, identidades de sexo y género, orientación sexual, erotismo, vínculo emocional, amor, y reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario que se experimenten ni se expresen todos. En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.
En el mismo documento se recoge un elenco de derechos sexuales. Este comenzó su andadura en el año 1997 en el congreso mundial de Valencia. Se ratificó dos años después en Hong Kong y luego se incorporó al documento que hemos referido y que constituye un punto de partida claro para el quehacer en Sexología y Educación Sexual.
Relatamos esos derechos:
- El derecho a la libertad sexual. La libertad sexual abarca la posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los individuos. Sin embargo, esto excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexuales en cualquier tiempo y situación de la vida.
- El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo. Este derecho incluye la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida sexual dentro del contexto de la ética personal y social. También están incluidas la capacidad de control y disfrute de nuestros cuerpos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo.
- El derecho a la privacidad sexual. Este involucra el derecho a las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros.
- El derecho a la equidad sexual. Este derecho se refiere a la oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación física o emocional.
- El derecho al placer sexual. El placer sexual, incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual.
- El derecho a la expresión sexual emocional. La expresión sexual va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo individuo tiene derecho a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor.
- El derecho a la libre asociación sexual. Significa la posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros tipos de asociaciones sexuales responsables.
- El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables. Esto abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número y espaciamiento entre cada uno, y el derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad.
- El derecho a información basada en el conocimiento científico. Este derecho implica que la información sexual debe ser generada a través de la investigación científica libre y ética, así como el derecho a la difusión apropiada en todos los niveles sociales.
- El derecho a la educación sexual integral. Este es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones sociales.
- El derecho a la atención de la salud sexual. La atención de la salud sexual debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales.
Nos hacemos personas en el continuo intercambio comunicativo con las otras personas en el mundo. Crecemos como persona-sexuada. La sexualidad impregna toda nuestra realidad personal: es la dimensión fundamental de la persona.
Valoramos los derechos sexuales y buscamos otros posibles. El foro nos ofrece la posibilidad de comunicar lo que pensamos y sentimos.
Puedes descargar el documento: Promoción de la salud sexual (pdf).
OMS-OPS-WAS (2000): Promoción de la salud sexual. Recomendaciones para la acción. Guatemala.
©Proyecto de Innovación Docente Educación Sexual Integral