Tema 5
Educación sexual: una necesidad social
5.8. Crecimiento personal y social
La salud sexual personal corre paralela a la salud sexual social con-formando un sistema. La una no es posible sin la otra, aunque en determinadas circunstancias o perspectivas podamos hablar de la principialidad de una sobre otra.
La salud sexual y la salud social encuentran su clave dinámica en la educación sexual. Así se manifiesta también en nuestro estudio:

La educación sexual se nos presenta como el proceso dinámico de un continuo estar dando de sí la realidad personal humana, en el intercambio de la apropiación de posibilidades y creación de capacidades, hacia la salud sexual como fuente de salud personal y social.
La educación sexual fluye entre la salud sexual y la salud social sobre el gozne de la realidad personal en el proceso de su realización. Un fluir que requiere el esfuerzo en la vida sexual. Un esfuerzo que habrá que acrecentar.
El documento sobre promoción de la salud sexual distingue dos dimensiones de la salud sexual, la personal y la social. La primera implica la segunda: lo personal-social constituye un sistema dinámico, en el que la principialidad real recae sobre el primer término.
En la pretensión práctica que caracteriza este documento se concretan algunas condiciones de una sociedad sexualmente sana. Así, pues, las sociedades que protegen y dan prioridad a la salud sexual de sus miembros muestran las siguientes características:
- Compromiso político. El Estado reconoce que la salud sexual es un derecho fundamental del ser humano y se hace responsable de la promoción de la salud sexual.
- Políticas explícitas. Las instituciones sociales, entre ellas las entidades gubernamentales, formulan, desarrollan y ponen en práctica políticas públicas que comprenden instrucciones claras y precisas destinadas a la protección y promoción de la salud sexual como derecho humano fundamental.
- Legislación. Para la promoción de la salud sexual es indispensable que haya leyes vigentes destinadas a proteger los derechos sexuales. Es fundamental contar con leyes que protejan de la explotación a las personas vulnerables (por ej., prohibición de la prostitución infantil); reconocer los derechos de todas las personas a la integridad del cuerpo (por ej., protección contra la mutilación genital); proteger a las minorías sexuales para que se respeten sus derechos humanos tan fundamentales como educación, salud y empleo (por ej., legislación contra la discriminación); y promover la igualdad en todos las dimensiones sexuales (por ej. Legislación relativa a la igualdad de oportunidades).
- Buena educación. Un elemento necesario de una sociedad sexualmente sana es el acceso universal a la educación sexual integral acorde con la edad, a todo lo largo de la vida.
- Infraestructura suficiente. A objeto de garantizar el acceso de las personas a los servicios, es necesario contar con una infraestructura de profesionales y para profesionales especializados en la resolución de problemas e inquietudes de índole sexual. Esto incluye ofrecer a los profesionales programas de especialización en salud sexual.
- Investigación. Una sociedad comprometida con la salud sexual de los miembros que la integran apoya las investigaciones adecuadas y concretas destinadas a abordar las inquietudes clínicas, educativas y de salud pública. Esto abarca la investigación relativa a las inquietudes emergentes (por ej., nuevas infecciones) y la vigilancia para estimar la extensión y tendencias de condiciones que afectan la salud y que pueden ser prevenidas (por ej., tasas de relaciones sexuales peligrosas en poblaciones de alto riesgo, tasa de violencia sexual, prevalencia de disfunciones sexuales, etc.).
- Vigilancia adecuada. La vigilancia es necesaria para supervisar los indicadores biomédicos y de comportamiento que miden las inquietudes y los problemas de salud sexual.
- Cultura. Es necesario lograr una cultura de apertura hacia la salud sexual que a la vez asigne a ésta la prioridad que le corresponde. Algunos indicadores tales como calidad de la información suministrada por los medios sobre las inquietudes relativas a la salud sexual, y el grado en que pueden promoverse abiertamente los mensajes sobre salud pública atinentes a las graves amenazas a la salud sexual, pueden servir para medir la cultura.
En un comentario de Flores Colombino, desde el ámbito de la medicina y la psicología, presentado en el segundo congreso latinoamericano de salud sexual en Asunción en mayo de 2002, se proponen las siguientes cuestiones como instrumento facilitador de la puesta en acción de las condiciones de salud sexual social señaladas:
- ¿Están las Autoridades nacionales interesadas en la salud sexual de la población? ¿Proponen o autorizan a sus Ministerios de Salud y Educación a promover los derechos sexuales y la educación sexual?
- ¿Desarrolla el Estado políticas explícitas por sí mismas o en colaboración con organismos no gubernamentales?
- ¿Es la legislación vigente suficiente para garantizar la salud sexual como derecho humano básico? ¿Cuáles son las leyes que está estudiando el Parlamento? ¿Por qué demoran en su sanción? ¿Hay desinterés por parte de los Parlamentarios sobre estos temas básicos de la vida humana? ¿Hay sectores políticos más interesados y operativos que otros? ¿Existen estudios sobre las actitudes y valores sexuales de los parlamentarios y otras autoridades que se ocupan del tema de la salud sexual? ¿Cuáles son las leyes que se oponen a los derechos sexuales consagrados en el 2000 y 2002? ¿Qué estrategias políticas deben aplicarse para lograr la derogación de esas leyes y aprobar otras?
- ¿Cuál es el estado actual e historia de la educación sexual formal en ese país? Si nunca existió ¿qué posibilidades hay de implantarla? Si existió y dejó de aplicarse ¿por qué fracasó el intento y cuáles son las estrategias para re-implantar la educación sexual en la enseñanza? Si existe ¿Responde en su marco valorativo a los derechos sexuales que sustentan la salud sexual como es concebida en la actualidad? ¿Debería reformarse la educación sexual vigente?
- ¿Existen servicios de planificación familiar, de consejería sexual, de sexología clínica en organismos del Estado? ¿Existe la capacitación sistemática de profesionales en el campo de la educación sexual y de la sexología clínica? ¿Está incorporada la enseñanza de la sexualidad humana y la salud sexual a los programas de magisterio en pre y postgrado? ¿Está incorporada la enseñanza de la sexología clínica y forense, a las Universidades públicas y privadas, tanto en pregrado como en postgrados? ¿Son suficientes los profesionales que actúan en el campo para responder a las demandas de la población? ¿Es adecuada o suficiente la capacitación de quienes actúan en este campo? ¿Hay poca demanda en función de los datos epidemiológicos y estadísticos sobre trastornos sexuales, violencia sexual?
- ¿Hay investigaciones suficientes y confiables, que aporten informaciones basadas en la evidencia sobre temas como embarazo precoz, abuso sexual infantil, disfunciones sexuales, prevalencia del VIH Sida y otras ETS? ¿Cada cuánto tiempo se actualizan? ¿Las investigaciones son previas y posteriores a la aplicación de programas? ¿Hay un exceso de diagnóstico y carencia de acciones? ¿Se prefiere utilizar investigaciones realizadas en el exterior? ¿Son aplicables aquellas al país o región? ¿Se enseña y promueve la investigación de temas sobre salud sexual y reproductiva en el país?
- ¿Se efectúa algún tipo de vigilancia epidemiológica – médica y social sobre actitudes, valores y comportamientos sexuales de niños, adolescentes y adultos? ¿Se registran los cambios y sus causas? ¿Se registran las inquietudes y las propuestas? ¿Hay grupos organizados de minorías sexuales con personería jurídica que reivindican sus derechos y colaboran con los programas específicos de salud sexual? ¿Se denuncian los casos de discriminación por raza, orientación sexual, capacidad física, sexo? ¿Se observa la equidad de género en la integración de la dirigencia de los grupos políticos, sociales y culturales? ¿Qué porcentaje de ministros, diputados y senadores pertenecen a cada sexo? ¿Cómo operan los medios de comunicación en la promoción de la salud sexual? ¿Hay periodistas especializados en el área? ¿Se enfatiza la información fidedigna o la sensacionalista respecto a la sexualidad? ¿Existe una vía de comunicación fluida entre el sistema de vigilancia y los recursos para atender a las necesidades y a problemas emergentes?
- ¿Existe una cultura de la salud sexual en su país? ¿Existen campañas publicitarias eficaces, inteligentes y entretenidas, concebidas con creatividad, de parte de las instituciones oficiales en los medios de comunicación? ¿Existe un compromiso de las organizaciones sociales, políticas, culturales y religiosas sobre la salud sexual como derecho humano básico? ¿Qué puede hacerse para promoverla? ¿Cómo se puede promover la cultura de la salud sexual?
Nos encontramos en el foro para hablar sobre los beneficios personales y sociales de una educación sexual adecuada. ¿Qué preguntas harías tú?.
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