El respeto a la persona con su orientación sexual, que ocupa el segundo lugar en el mayor acuerdo, y el respeto a la persona con su sexo, que ocupar el cuatro lugar, además del respeto a la tendencia sexual, que resulta muy agradable, contrastan con la indiferencia en el agrado que recae sobre homosexual y pareja homosexual, y con el rechazo de bisexual. También contrastan con la indiferencia en el sentir cuando veo una pareja homosexual, aunque ésta pierde puntos a favor de sentirse bien.
Entendemos que estos contrastes reflejan el movimiento que se está produciendo en el plano social en torno a la diversidad sexual. Es curioso que la mayor diferencia se produzca dentro de los valores incluidos en las categorías a los que se responde en función del agrado o desagrado que producen: tal vez sea ésta la parte del cuestionario que mejor refleja la percepción más inmediata y emotiva; en el pensar, que es más reflejo, se dice lo socialmente correcto y posiblemente internalizado; la desviación de la indiferencia hacia lo positivo en el sentir tal vez sea porque el sentimiento implica un cierto grado de asentamiento de las percepciones.
También cabe interpretar la indiferencia como un intento de normalidad, con sesgo de tolerancia, o también como la máscara de un rechazo encubierto bajo esa pretendida naturalidad de la deseabilidad social
En cualquier caso la marca de la indiferencia no es tan fuerte como en los resultados de la prueba piloto, en la que el mayor agrado del respeto a la tendencia sexual contrastaba de manera frontal con el sentirse muy mal cuando veo una pareja homosexual.
Presentamos tres gráficos que muestran algunos contrastes. En el primero el acuerdo del respeto a la persona con su orientación y el agrado en el respeto a la tendencia sexual contrasta claramente con el desagrado que produce bisexual:
La valoración de heterosexual resulta muy diferente de la valoración de homosexual y bisexual:
En el siguiente gráfico se muestra la valoración de la orientación sexual a partir del sexo y la manifestación de la propia orientación.
BARRAGÁN MEDERO, F. (Ed.) (2001): Violencia de género y curriculum. Un programa para la mejora de las relaciones interpersonales y la resolución de conflictos. Málaga: Aljibe.
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