@misc{10481/69400, year = {2021}, url = {http://hdl.handle.net/10481/69400}, abstract = {A nivel mundial, el cáncer de próstata (CP) es la segunda neoplasia más diagnosticada en los hombres y la sexta causa de muerte específica por cáncer en todo el mundo (Rawla, 2019). Es una enfermedad multifactorial en la que no se ha determinado ninguna causa concreta aunque se ha demostrado una fuerte evidencia de una predisposición genética. Sin embargo, los hallazgos indican que algunos factores exógenos como la dieta, pueden influir en el riesgo de la progresión del CP (Russo, Campisi et al., 2017). Recientemente, se han vinculado con este tipo de cáncer, la inducción del estrés oxidativo por medio de especies reactivas de oxígeno (ROS) y especies reactivas de nitrógeno generadas durante la inflamación. Esto sugiere, que los antioxidantes deberían regular este estrés y puede que desempeñen un papel significativo en la prevención del CP (Estrada-Carrasco et al., 2010; Kucukdurmaz et al., 2017). Los antioxidantes podemos obtenerlos de la dieta y más concretamente de la Dieta Mediterránea (DM), por su alto contenido en nutrientes con actividad antioxidante. Se ha visto que los países que mantienen las costumbres de la DM tradicional; especialmente los países del sur de Europa, presentan una incidencia y una mortalidad más reducida por CP al compararlos con otras regiones europeas. Son numerosos los estudios que asocian una mayor adherencia a la DM con una menor mortalidad tanto global como específica por cáncer. Pero son pocos los estudios que han evaluado su efecto sobre la incidencia del CP (Udensi et al., 2016; Capurso et al., 2017; López-Guarnido et al., 2018; Kruk et al., 2017). Además, a nivel intrínseco, las células han desarrollado un sistema de defensa antioxidante, formado por enzimas antioxidantes requeridas para mantener el equilibrio redox. Estas enzimas disminuyen tanto por la edad como por la presencia de cáncer en muchos tejidos, como el prostático, dando lugar a un estado más oxidativo y como consecuencia, contribuyendo al inicio y progresión del CP (Udensi et al., 2016). Vamos a centrarnos en la enzima paraoxonasa (PON), y más específicamente en la actividad de su isoenzima PON1. Aunque existen estudios que ponen de manifiesto la importancia de la influencia de esta enzima en este tipo de cáncer (Eroglu et al., 2013; Benli et al., 2017), dando lugar a una disminución en su actividad, esta actividad no ha sido tan estudiada en el CP. Además, según nuestro conocimiento no existe ningún estudio anterior que mida conjuntamente la actividad PON1 frente a estos tres sustratos, paraoxón, fenilacetato y dihidrocumarina en el CP. Podría ser un marcador de diagnóstico para determinar enfermedades inflamatorias de la próstata, como sería el CP. En este trabajo, también se estudia la asociación de la DM con la actividad PON1, pues los pocos estudios que hay publicados, muestran un efecto de este tipo de dieta en la actividad enzimática (Blum et al., 2006; Lee et al., 2005; Lou- Bonafonte et al., 2015). Además, hemos estudiado la influencia de la DM en el CP, pues los pocos estudios que existen (Trichopoulou et al., 2000; Itsiopoulos et al., 2009; Schneider et al., 2019; Russo et al., 2019; Ferrís-I-Tortajada et al., 2012) han demostrado una relación entre la ingesta de dietas ricas en antioxidantes como la DM y la incidencia y progresión del CP. Sin embargo, no existen estudios en poblaciones mediterráneas, como España, que analicen el papel de esta dieta en la etiología del CP.}, organization = {Tesis Univ. Granada.}, publisher = {Universidad de Granada}, keywords = {Paraoxonasa}, keywords = {Antioxidantes dietéticos}, keywords = {Cáncer de próstata}, title = {Influencia de la actividad de la enzima paraoxonasa en el efecto de los antioxidantes dietéticos en el cáncer de próstata}, author = {Urquiza Salvat, Noelia}, }