@misc{10481/66136, year = {2020}, month = {7}, url = {http://hdl.handle.net/10481/66136}, abstract = {Cada año se dan en todo el mundo 17 millones de accidentes cerebrovasculares aproximadamente, y la tasa de personas que sobreviven a ellos es cada vez mayor, por lo que el accidente cerebrovascular se ha convertido en una de las principales causas de discapacidad globales. Las alteraciones motoras que produce afectan al 80% de los supervivientes, y suelen consistir en hemiparesia y espasticidad del lado parético, estimándose una prevalencia de discapacidad funcional en las extremidades inferiores en dos tercios de los pacientes que sobreviven a un accidente cerebrovascular (o ictus). Dando como resultado que aproximadamente el 30% presenten impedimentos a largo plazo en la marcha independiente (Broderick et al., 2019). Dichos impedimentos están provocados por una disminución de la función motora y una pérdida considerable de la fuerza en el miembro inferior afectado, siendo esta pérdida de fuerza el factor que mayor impacto tiene en la capacidad de deambulación del sujeto (Faria-Fortini et al., 2017). En consecuencia, esta capacidad de deambulación reducida se asocia con limitaciones para llevar a cabo las tareas o actividades básicas del día a día, de manera independiente, llegando a suponer un obstáculo para desenvolverse en la sociedad, y repercutiendo, por tanto, en la calidad de vida de dichos pacientes.}, keywords = {Ictus}, keywords = {Entrenamiento}, keywords = {Fuerza}, keywords = {Capacidad funcional}, keywords = {Hemiparesia}, title = {Programación del entrenamiento orientado a la mejora de la fuerza y la capacidad funcional de la marcha en personas con hemiparesia tras sufrir un ictus.}, author = {Jiménez Lupión, Daniel}, }