@misc{10481/62631, year = {2017}, url = {http://hdl.handle.net/10481/62631}, abstract = {El concepto de tecnología que desarrollamos en ese capítulo, está basado en la idea de Davies (1997) el cual considera que este concepto debe usarse en dos sentidos. Una en un sentido amplio, donde nos referimos a aspectos tanto culturales como organizacionales. El segundo sentido, más estricto o "técnico", el cual implicará conocimientos, habilidades, técnicas, máquinas, productos y así sucesivamente. Muchas de las recientes innovaciones de las técnicas de información y comunicación (TIC) tienen implicaciones y consecuencias para la salud y el bienestar de los trabajadores. De una parte, porque mejoran determinadas condiciones de trabajo pero, por otra, porque introducen nuevos riesgos de carácter psicosocial. Quizás uno de lo más notable sea la contaminación del espacio laboral en el espacio cotidiano. La tecnología ha hecho que el tiempo y la distancia sean ahora inmateriales. La conectividad constante ha ampliado la jornada regular de trabajo. Los empleados trabajan horas extras (no remuneradas), utilizando diversas aplicaciones de mensajería y dispositivos inalámbricos, pudiendo estar conectados y contactados en cualquier lugar y momento. Este tipo de exposición continua lleva a los individuos a sentir que nunca están libres de estas tecnologías y que su tiempo y espacio han sido invadidos. Por otra parte, la rápida obsolescencia tecnológica y la consiguiente experiencia de descubrir que las habilidades adquiridas son propensas a una devaluación frecuente, conduce a mayores tasas de ansiedad y estrés. Todo ello ha llevado al desarrollo de una mayor inseguridad laboral por miedo a una subcualificación tecnológica. Esta inseguridad laboral se reflejaría en percepción de amenaza de pérdida del empleo o imposibilidad de progreso profesional y social. Por tanto, el manejo de las tecnologías de la información y de la comunicación ha llevado consigo la aparición de un nuevo factor de riesgo psicosocial: el tecno estrés, de un desajuste entre las demandas y los recursos relacionados con el uso de las TIC que lleva a un alto nivel de activación psicofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas hacia las TIC. Otra consecuencia asociada al uso intensivo de la tecnología y que tratamos en dicho capítulo es el conocido como “síndrome de sobrecarga” o “fatiga informativa”. Este ocurre cuando un trabajador debe gestionar un gran volumen de información contra-reloj. Las “nuevas” herramientas de comunicación (portátiles, teléfonos inteligentes…) así como las plataformas colaborativas o el uso de navegadores sofisticados ha dado lugar a una fatiga de la información o niebla de datos incrementando del estrés y de sentimientos de desbordamiento o angustia psicológica. La tecnología, por tanto, no debe ser vista como una colección de herramientas neutrales que conducen a nociones simplistas de responsabilidad sino que tiene su propio ímpetu e impulsa un modelo de negocio y sociedad que requerirá de un análisis de sus consecuencias y responsabilidades sobre los trabajadores, las empresas y la Sociedad.}, keywords = {Riesgos psicosociales}, keywords = {Actitudes hacia informática}, keywords = {Alfabetización tecnológica}, keywords = {Tecnoestrés}, keywords = {Tecnofobia}, title = {El impacto de las tecnologías como nuevo riesgo psicosocial en el trabajo}, author = {Díaz Bretones, Francisco José and González González, José María and González Martínez, Rocío}, }